El reporte dice que a medida que estas tendencias continúan dando forma a la agenda digital en América Latina, se espera que generen un incremento de US$ 20.000 millones en remesas digitales para 2026. Supuestamente, el 2024 debería finalizar marcando un punto de inflexión en el que se espera que las remesas en efectivo alcancen su máximo histórico, disminuyendo en favor de las opciones digitales.
A nivel general el corredor EE.UU.-México es el mayor canal de remesas del mundo, con un volumen para 2023 de US$ 65.000 millones. Por otro lado, en El Salvador, dos de cada 10 familias que reciben remesas viven en la pobreza, por lo que el instrumento se convierte en un canal muy necesario para la subsistencia de las más vulnerables.
Lo mismo ocurre en otros países como Guatemala, donde al menos uno de cada tres hogares cuenta con las remesas como principal fuente de ingresos. También en Honduras, los receptores de remesas representan el 50% de todos los hogares.
En cuanto a nuestra región, Sudamérica, la inflación y la inestabilidad política de la región son motores de los flujos migratorios y de remesas, que a menudo utilizan fintech y blockchain para evitar los problemas que surgen al usar el sistema tradicional.
No obstante, el incremento de la influencia que adquirieron las remesas requiere que se camine a la plena digitalización y adopción, lo cual solo se podrá conseguir con transparencia, confianza y seguridad en el sistema.
Otro elemento de dificultad es la escasa experiencia digital de los usuarios y la lentitud de las transacciones, aparte de la regulación, por la falta de coherencia jurídica, reglamentaria y operativa de las jurisdicciones mundiales.
El reporte también reconoce una brecha de exclusión financiera que afecta a las comunidades desatendidas o no bancarizadas. Según el informe global de Mastercard Borderless Payment 2023, más de un tercio de los encuestados afirmó que sus familias en casa tienen opciones limitadas para acceder al dinero que envían, y casi uno de cada cuatro informó que su familia debe viajar grandes distancias para acceder a su dinero.
Para abordar la problemática, Mastercard propone adaptar las soluciones digitales a un entorno de efectivo, es decir, las empresas de remesas deben permitir a los receptores utilizar el dinero como deseen, digitalmente o en efectivo. Entretanto, citó a la transparencia, la seguridad y la celeridad como focos fundamentales para que las remesas puedan incrementarse como transacciones.
Respecto a Mastercard, el informe brindó datos sobre Mastercard Move, un servicio de la firma que actualmente permite a las instituciones financieras participantes ofrecer a sus clientes pagos internacionales a más de 180 países. Recordaron que la red de pago incluye más de 150 monedas, por lo que llega al 95% de la población bancarizada del mundo.