El Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) afirma que Rusia no envió ninguna notificación oficial sobre la restricción de plantas frigoríficas nacionales, las cuales aparentemente habrían violado las exigencias sanitarias de ese país al enviar carne con presencia de raptopamina (un anabólico promotor de crecimiento), según publicaron días atrás medios de prensa rusos. A raíz de esto, la Asociación Rural del Paraguay emitió el pasado fin de semana, un comunicado en el cual expresa su preocupación al respecto y exige que los hechos sean aclarados.
“Ante la gravedad de la acusación del servicio veterinario oficial de Rusia, que pone en peligro el mercado de la carne de dicho país, y de otros, y la prematura atribución de responsabilidad a los ganaderos por el uso de sustancias prohibidas, como la raptopamina y otras, la ARP exige que el organismo competente (Senacsa), en el ámbito de su exclusiva competencia, determine la veracidad de la grave acusación e individualice al o los responsables, en su caso, a fin de que podamos distribuir correctamente las culpas”, reza parte del documento.
El gremio señala que las autoridades sanitarias rusas deben determinar responsablemente cuál fue la partida de carne de origen paraguayo en la que detectaron la existencia de tales sustancias prohibidas, de manera que, bajo un mecanismo de trazabilidad regresiva, el Senacsa pueda establecer el origen de la misma.
“Para la ARP la seriedad en la exportación de carne, la defensa de todos los mercados, y la necesidad de exigir a todos los productores un compromiso con la producción y la comercialización responsable, así como la de todos los actores de la cadena de valor de la carne, no es una cuestión baladí, es fundamental y de la mayor relevancia, por lo cual consideramos que la investigación del caso es un tema urgente, que no admite demoras y que debe hacerse, al costo que fuere, para garantizar la calidad de nuestros productos, a sabiendas del compromiso que tenemos con más de 1 millón de personas directa e indirectamente vinculadas al negocio de la carne, que representa más del 12% del PEA, y el ingreso del 20% de las divisas genuinas necesarias para el desarrollo del país. No estamos dispuestos a aceptar culpas sin antes establecer responsablemente a quién corresponde”, indican los empresarios ganaderos en el comunicado.
El Senacsa remitirá esta semana, a pedido del Servicio Federal de Vigilancia Veterinaria y Fitosanitaria de Rusia, un informe sobre los muestreos que viene realizando la institución a nivel país y también contestará un cuestionario de preguntas acerca del control sanitario que lleva adelante para la detección de sustancias prohibidas en animales, todo con finalidad de aclarar la situación y evitar nuevas restricciones.
Hasta la fecha, de las 17 plantas habilitadas para la exportación de carne vacuna a Rusia, siete de ellas se encuentran suspendidas: Neuland, Guaraní, MUSSA, Frigonorte, Frigochorti, Upisa y Frigochaco.