Según la directora de Educación de Investigación para el Desarrollo, Andrea Wehrle Martínez, la introducción de esta materia tiene que plantearse desde un proceso gradual, ya que nuestra educación actual aún no logra afianzar los conceptos básicos en otras disciplinas, las cuales pueden ser de utilidad para que estos conocimientos sean aprendidos con éxito.
“Es una materia interesante que tiene que ser abordada, porque se enfocará en la enseñanza de herramientas y conceptos financieros que deben ser transmitidos desde temprana edad”, afirmó.
Acerca de enseñar esta materia desde el séptimo grado, a jóvenes de 13 años, Wehrle consideró que es una buena edad para enseñar los conceptos básicos de la educación financiera y que estos pueden ir aumentando gradualmente en su complejidad, debatiendo aspectos como amortización, préstamos, interés, garantía, riesgo, en otros cursos más adelante.
No obstante, el periodo de un año para la creación de un programa modelo –luego de su promulgación–, podría ser corto, de acuerdo a Wehrle, “conociendo cómo se realizan los procesos educativos. No sé qué temas se van a trabajar en este periodo, pero sería interesante trabajar en la gradualidad del proceso, para contar con una estructura apropiada”, reiteró.
Wehrle añadió que al final de ese primer año de implementación, se podría dar una evaluación para conocer cuál fue la aceptación de los temas, y saber cuál es la mejor forma de enseñar a los estudiantes.
Además, “debería existir un proceso de formación de docentes, para que tengan el perfil que se requiere para enseñar la disciplina. Creo que en ese plazo de un año se debe ver la capacidad que tienen los docentes para abordar la materia y conformar un plantel capacitado en el área”, sostuvo.
Próximas consideraciones
El documento inicial del proyecto menciona “que miles de docentes no cobran casi nada mensualmente pues se ven enfrentados a descuentos derivados de compras a crédito que pudieron haberlo hecho por necesidad o quizás de forma irracional”, sobre esto Wehrle expresó que no solamente afecta a los docentes, sino que es una situación que afecta a la población en general, “ya que no fuimos instruidos en temas específicos de educación financiera, pero de igual forma utilizamos todos los productos del sistema financiero”, declaró.
“Creo que es una temática que todavía no la hemos abordado plenamente, y no solo desde el ámbito educativo, sino desde el punto de vista social. Muchas veces escuchamos hablar de los conceptos o herramientas, pero no solemos relacionarlos con los hechos cotidianos que realizamos. Creo que estamos un poco rezagados en este aspecto”, expuso.
“El emprendedurismo es una tendencia muy fuerte en los últimos tiempos, entonces con esta materia se va a poder dar un soporte al emprendedor, para que conozca la rentabilidad de su marca, la solvencia o la capacidad que tiene para afrontar ciclos de negocios, ya que para todo esto se necesita tener conocimiento financiero”, aseguró.
Por último, Wehrle recomendó que como un siguiente paso a la introducción de esta materia, se podría considerar la inserción de la materia de educación tributaria en el sistema, para sumar nuevos conocimientos de utilidad y reducir los índices de informalidad.