Los nuevos patrones de conducta del consumidor se van aggiornando a una nueva era post COVID-19. Según el analista Amílcar Ferreira, en el periodo más reciente se observa una reactivación del consumo. Resaltó que hubo una adopción muy fuerte de las compras en línea y citó a las entregas a domicilio como un sector que tuvo “un crecimiento extraordinario durante la pandemia”.
Agregó que también se visualizó el desarrollo del e-commerce en todas las empresas y que paulatinamente se recupera el turismo y los eventos. Sobre este punto, dijo que los espectáculos deportivos están teniendo una concurrencia récord en todo el mundo y en general es un sector que tiende a crecer en los próximos años.
Consideró que la gente está ávida de recuperar esos espacios e hizo alusión a los anuncios de grandes conciertos que se acercan, como los de la productora G5Pro. “Anticipo que la concurrencia a conciertos va a ser récord en Paraguay”, expresó.
Pero existe mucha disparidad de sectores recuperados y otros que evolucionan a nuevas plataformas. Para la economista Martha Coronel, la crisis sanitaria generó más desigualdad entre sectores con posibilidad de adaptarse al teletrabajo y el rubro de servicios que netamente depende del estímulo presencial, que aún no volvió al dinamismo de años anteriores.
“Hasta lo presencial debe reinventarse. La actividad económica se recupera pero otras están con dificultades para retomar, y son las que emplean a gran parte de las personas. En servicios, preferentemente en los informales no hay seguridad, por lo que no pueden asumir compromisos y siguen priorizando gastos”, expresó.
A esto se suman los hábitos sanitarios adquiridos y la incertidumbre que no genera consumo y por ende empleo en los sectores de servicios.
Más pobreza, menos consumo
Por su parte, Coronel apuntó que el Producto Interno Bruto (PIB) comparado a años de mejor desenvolvimiento se está empezando a notar.
“Si tomás el periodo 2014 al 2018, el crecimiento del PIB promedio fue del 4,2%. En 2019 no crecimos, el año pasado caímos 0,6%. Se estima que vamos a crecer 4,5%, por lo que vamos a crecer alrededor del 3,9% en términos netos. Por lo tanto, la cifra está por debajo del promedio”, indicó.
En definitiva alcanzar cifras anteriores implicaría aún más camino por recorrer. Además, crecerán empresas con capacidad de transformarse, según explicó.
“Es posible que en los próximos años aumente la desigualdad porque aumentó la pobreza a 26,9%. Más personas en situación de pobreza implica menos capacidad de consumo y menos generación de ingresos”, remarcó.
Cautela en uso de tarjetas de crédito
Paralelamente, Ferreira, puntualizó que hubo mucha cautela en el uso de tarjetas de crédito y compras a largo plazo. Se redujo el uso del dinero de plástico desde marzo del 2020 (inicio de la pandemia) hasta junio de este año en personas mayores de 40 años.
“Durante la pandemia vimos una reducción del consumo en tarjetas de crédito y también del número de tarjetas emitidas a junio de este año. El número cayó con 50.000 tarjetas menos durante la pandemia”, manifestó.
Comentó que su consultora, SEI Consulting, hizo encuestas para saber los motivos de este comportamiento, y la respuesta obtenida fue que “la gente de 40 años para arriba, que está de cierta manera consolidada económicamente, era el sector que más se cuidaba y evitaba salir a lugares concurridos”.