Por el Gabinete Civil de la Presidencia, espacio liderado por el exministro del Interior, Juan Ernesto Villamayor, irá el ingeniero Héctor Richer Bécker, quien fue presidente de la Administración Nacional de Electricidad (Ande), miembro del consejo de administración de Itaipú, asesor de la dirección general de la binacional, gerente de Petróleos del Paraguay (Petropar) y consultor de empresas públicas y privadas.
La representación que corresponde a la Ande dentro del espacio será ocupado directamente por el presidente de la institución, Luis Alberto Villordo, el cual asumió luego del conflicto generado por la firma del Acta Bilateral de Itaipú, también conocida como “acta secreta de Itaipú”. Villordo es ingeniero y doctor en derecho civil, funcionario técnico de carrera de Ande desde hace 33 años.
El lugar correspondiente al Ministerio de Relaciones Exteriores (MRE) también estará ocupado por su titular, Antonio Rivas, quien posee una extensa carrera en el ámbito diplomático, habiendo ocupado instituciones como la embajada de Paraguay en Portugal, en España y Ecuador. El canciller tiene el título de máster en política internacional y se desempeñó como viceministro de la cartera que lidera actualmente.
Entretanto, el espacio que corresponde al MOPC aún no está ocupado y el ministro Arnaldo Wiens tendrá que definir qué persona representará a la cartera.
Para el analista político y exmiembro del consejo de administración de Itaipú, Jorge Rolón Luna, en el equipo negociador conformado por el Poder Ejecutivo “hay mucha gente que en situaciones anteriores defendió los intereses brasileños, siendo que el espacio debería estar ocupado por personas con posiciones favorables a Paraguay de forma comprobada. Que Héctor Richer haya defendido el Acta Bilateral de Itaipú es anecdótico, es solo un reflejo de la manera en la que se manejó la binacional por décadas. Richer forma parte de la casta de ingenieros colonizados por Brasil y ahora es el representante directo del presidente”, manifestó.
No obstante, Rolón indicó que hay personas que están de manera natural, como el presidente de la Ande, sin embargo, sostuvo que no existe ningún sustento normativo que establezca que solamente la cabeza de las instituciones involucradas con los temas referentes a Itaipú ocupe la mesa negociadora.
“Lo ideal sería abrir el espacio y que funcionarios con más credibilidad representen a las instituciones competentes. Parece ser que no se hizo un estudio del perfil de las personas seleccionadas para formar parte del espacio”, expresó.
Por otro lado, el analista añadió que los partidos políticos, la sociedad civil, las asociaciones de ingenieros independientes y otros grupos deberían tener voz en la mesa negociadora para que Paraguay utilice a las personas más aptas que tiene. “No es posible que el sector técnico independiente no tenga representación, necesitamos una voz de profesionales que no estén ligados a un partido o a una situación de subordinación”, complementó.
Asimismo, señaló que tiene la impresión de que Mario Abdo Benítez “olvida que no fue destituido solamente porque su partido se alineó y no porque no haya tenido responsabilidad sobre lo que ocurrió con el Acta Bilateral de Itaipú”.