El proyecto fue valorado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) durante el evento Regenerative Cannabis Live. Destacaron su triple impacto durante la exposición de Demp, quien estuvo acompañado por el ministro de Agricultura y Ganadería, Moisés Bertoni.
Según Demp, en el evento celebrado en Nueva York estuvieron presentes alrededor de 300 empresas líderes en la producción de cannabis no psicoactiva a nivel mundial. También comentó que desde la ONU estaban en conocimiento y monitoreando los avances del proyecto, que genera toda una revolución de triple impacto: social, económico y medioambiental.
El modelo de negocio permite que familias ligadas a la agricultura familiar campesina e indígena salgan de la pobreza generando riqueza legal, según Demp, y además desarrolla una captura de carbono sin precedentes, cerrando un círculo armoniosamente sustentable y rentable, premisas de la economía circular y eco amigable.
Agregó que la ONU apoya proyectos que generen ingresos para erradicar la extrema pobreza y que no contaminen al planeta. Es por esta razón que Paraguay cerró el evento contando la experiencia.
“Paraguay es el único país en el mundo que tiene una validación de captura de carbono en la variedad de cáñamo”, afirmó. La certificación fue llevada adelante por SGS de EE.UU.
La validación demuestra que todas las plantaciones en el territorio nacional son carbono neutral positivo, capturando 72,22 toneladas de CO2 (gases de efecto invernadero) por hectárea, en una superficie productiva de 100.000 ha de cáñamo anual.
Con ello, Paraguay se convertiría en el primer país carbono neutral, logrando con el cáñamo o cannabis no psicoactivo, erradicar la pobreza, dado que generaría ingresos de entre un 500% a 800% más por año en comparación con otros productos alternativos.
El titular de la cámara de cáñamo puntualizó que la producción de cannabis no psicoactivo está presente en 12 de los 17 departamentos del país.
“Todos sabemos que Paraguay es un gran productor de marihuana ilegal, entonces le estamos ayudando a generar grandes ingresos a una agricultura familiar campesina o comunidades indígenas de manera legal, erradicando un negocio ilegal, al tiempo de no contaminar”, expuso.
También resaltó que, con este modelo, los labriegos no tendrán riesgos derivados de la labor ilícita citada, donde no perciben su ganancia real.
Lo resaltante
Paraguay es la primera nación del mundo en trabajar con sectores vulnerables de la población con un modelo de siembra que va desde el apoyo con materia prima, capacitación y apoyo técnico. Además de la compra del 100% de la producción de cada familia agricultora campesina e indígena.
“Este ejemplo es lo que la ONU quiere replicar en otros países. Costa Rica ya está empezando. El segundo país a definir en los próximos días es Ecuador, luego Perú, Barbados. Con esto Paraguay se va a convertir también en exportador de cultivares y desarrollar el know how obtenido en cuatro años”, ilustró.
Además, sostuvo que crece el interés en importar productos terminados basados en cannabis, como fue el caso de Costa Rica, sumándose a los antecedentes de envíos de materia prima a EE.UU., Australia, Países Bajos, Reino Unido, Canadá. Asimismo, anunció que otros 10 países buscan replicar el negocio. “Creo que toda Latinoamérica terminará replicando el modelo de Paraguay”, remarcó.