En los últimos años, el rubro veterinario experimentó una transformación significativa. Así lo afirma el doctor Daniel Blanch, propietario de la clínica veterinaria Dr. Blanch la cual está especializada en animales de compañía, quien destaca la creciente especialización dentro de la profesión. “Hoy ya no existe el veterinario que atiende todo. La medicina veterinaria se ha diversificado tanto como la medicina humana. Tenemos internistas, cardiólogos, dermatólogos, oftalmólogos, todo para animales”, relató para InfoNegocios. La expansión del sector trajo consigo inversiones en centros quirúrgicos, servicios de diagnóstico por imágenes y hasta hospitales 24 horas para mascotas.
El fenómeno no solo se limita a los animales domésticos. El crecimiento del mercado ganadero, especialmente en genética bovina, porcicultura y piscicultura, demanda veterinarios con formación especializada. Marcelo González, viceministro de Ganadería del MAG, remarcó para nuestro medio que “el veterinario es clave para garantizar productos de calidad y acceder a mercados internacionales exigentes”. Añadió que estos profesionales intervienen en todo el ciclo productivo: desde la reproducción asistida hasta la inspección sanitaria en frigoríficos. “Es una profesión amplia, que impacta tanto en la producción como en la salud humana, por su papel en la prevención de enfermedades zoonóticas”, puntualizó.
La exigencia del mercado impulsó un cambio en la formación profesional. Aunque Paraguay todavía depende de capacitaciones en el extranjero para muchas especialidades, universidades locales comienzan a ofrecer nuevas opciones académicas. Sin embargo, como señaló Blanch, aún faltan programas robustos de posgrado que permitan formar cardiólogos o endocrinólogos veterinarios en el país. “La mayoría de nosotros se formó afuera o por cuenta propia. Hacen falta más oportunidades académicas nacionales para sostener el ritmo del crecimiento del sector”, sostuvo.
El auge del rubro también se refleja en áreas emergentes, como la medicina equina. Raúl Maldonado, director del Hospital Equino, nos explicó que, aunque no se trata de una rama tradicional en nuestro país, hoy existen servicios hospitalarios completos para caballos, asesoramiento técnico y atención ambulatoria. “Cada especie tiene sus propias especialidades y exigencias. La medicina veterinaria avanza hacia un modelo de alta especialización, como sucede en la medicina humana”, afirmó.
Los desafíos son muchos, pero el potencial es aún mayor. El viceministro González menciona que el gobierno ya otorga becas a veterinarios para especializarse en genética, reproducción y enfermedades prioritarias. “La inversión pública en formación veterinaria es una apuesta al futuro del país”, subrayó.
En definitiva, el veterinario paraguayo de hoy está lejos del estereotipo del médico de perros y gatos. Es un profesional multidisciplinario, capacitado para atender desde un pez hasta un caballo de alto valor deportivo, y desde una mascota urbana hasta una explotación ganadera de exportación. Su papel, tanto en lo económico como en lo social, crece al ritmo de un país que apuesta por la ciencia y la tecnología para mejorar su producción y su calidad de vida.
El Día Mundial del Veterinario es, entonces, mucho más que una efeméride: es una oportunidad para reconocer una profesión que alimenta, cuida y sostiene.