Las composteras son cajas de madera en las que se realiza el proceso de compostaje, allí se cargan los residuos orgánicos en capas y en dos o tres meses se obtiene el abono para el suelo, las plantas, el jardín y la huerta. Para precisar, el compostaje es el proceso natural a través del cual se pueden reciclar y transformar los residuos orgánicos en abono (llamado compost).
“De a poco las personas están conociendo sobre compostaje, tomando conciencia sobre esta actividad y también dándole más importancia al cuidado del medioambiente, a través de las pequeñas acciones cotidianas. En cuanto a la demanda de este servicio, hubo meses buenos y malos, pero veo que ayuda mucho que las personas escuchen testimonios de nuestros clientes; normalmente después de eso se animan a compostar”, refirió Clara Espínola, directora de Paraguay Composta.
Según la emprendedora, el perfil de los compradores de sus productos son padres o madres de familia, al igual que parejas jóvenes, personas a quienes les gustan las plantas o tienen huertas urbanas y, sobre todo, aquellas comprometidas con el cuidado del medioambiente. Además, el motivo que lleva a sus clientes a utilizar los métodos de compostaje es la facilidad y rapidez para reciclar los residuos orgánicos, mediante las composteras y accesorios a la venta para dicho menester.
“La compostera es portátil y tiene rueditas para la facilidad del movimiento en espacios con piso. Se puede utilizar en apartamentos, siempre y cuando tengan terraza o balcón en los que se pueda colocar la compostera, que debe estar en un lugar con techo (para estar protegida de la lluvia y el sol) y aireada. Respecto a la comercialización del producto, actualmente tenemos más de 150 composteras vendidas. Contamos con dos modelos de compostera y dos accesorios, el removedor de compost y el colador de compost”, indicó.
Esta trae beneficios ya que permite reciclar hasta en un 60% el total de los residuos orgánicos generados en casa. También permite generar abono orgánico para el suelo, plantas y jardín y contribuye a reducir la emisión de metano y la liberación de lixiviado en los rellenos sanitarios.
Durante el proceso y una vez que se comienza a compostar, es más fácil reciclar lo inorgánico, lo cual facilita el trabajo de los recicladores.
La directora de Paraguay Composta recordó que su emprendimiento nació en pandemia, cuando vio la necesidad de reutilizar hojas secas de una quinta, en vez de quemarlas. Dijo que en ese momento se había generado una gran cantidad de hojas en seis meses y pasó a la acción.
“Busqué en internet cómo hacer abono de hojas secas, ahí encontré información sobre prácticas de compostaje en Europa y empecé a hacer las pruebas en la quinta con unos amigos que me juntaban los residuos orgánicos de su local gastronómico. Una vez que obtuve mi primera cosecha de compost, pensé que algo tan fácil, simple e increíble, tenía que realizarse en las casas de todas las familias paraguayas y así surgió oficialmente Paraguay Composta”, recordó.