El emprendimiento la Petite Maison nace en 2019 con la idea de Clara García y René Rivet, sus propietarios, de contar con una casa de verano. El proyecto tomó impulso cuando llegó la pandemia, ya que los emprendedores vieron que el contexto sanitario iba a ser solicitado.
La gente no podía viajar al exterior y se vaticinaba que necesitarían un espacio diferente, nuevo y fresco para relajarse. La inversión para lograr la hermosa infraestructura fue de entre G. 650 millones y G. 750 millones.
“Con mi familia íbamos a veranear a San Bernardino no solo los fines de semana, sino en otras fechas también y consideramos que la ciudad ofrecía una hermosa experiencia, que podría ser explotada de tal forma de hacer conocer nuestro país y disfrutar de ello, sin necesidad de pagar demasiado”, detalló Clara.
Ofrecen el alquiler de la casa que cuenta con todo lo que necesitas para tomarte unos días fuera. Su principal atractivo es darles a sus huéspedes un diferencial en el trato, ya que son atendidos por los propios dueños, sin intermediarios. Además, la Petite Maison es pet friendly.
“Nos tomamos el tiempo en analizar al cliente que nos eligió; por ejemplo, si es un grupo de amigas preparamos pequeñas cosas como tragos de bienvenida, juegos de mesa. En cambio, si es una familia y tiene niños contamos con cuna, bañera; ponemos golosinas y otro tipo de juegos, pequeños detalles que consideramos que marcan la diferencia”, explicó.
Un dato particular e innovador es que ellos preparan sus propios jabones, champús y enjuagues que son 100% artesanales. Son elaborados por Clara y sus hijas, dándole amor y poniéndole detalle a todos los temas.
En la actualidad mantienen a los clientes que ya los eligieron anteriormente, debido a que a finales del 2021 creció la oferta de hospedaje de la ciudad y la demanda de nuevos clientes disminuyó un poco en los meses fuera de temporada.
Esto debido a que gente que tenía sus casas desde hace tiempo comenzaron a ofrecer también estadía, pero al ser este un servicio administrado por inmobiliarias e intermediarios, la Petite Maison logró mantener su clientela.
Desde que abrieron las puertas de la Petite Maison les fue excelente. “El hecho de que San Bernardino haya crecido de la forma en que lo hizo en los últimos dos años, hace que puedas venir cualquier día y tengas excelentes restaurantes, supermercados, todo lo que necesites como para solamente traer tu ropa y relajarte. Lo pendiente y must have que aún queda en stand by es que se solucionen los problemas de agua y luz que suele tener la ciudad”, dijo.
En cuanto a las perspectivas, Clara sostuvo que están analizando si concretan un nuevo proyecto de un quincho con todos los amenities para un alquiler más orientado a un segmento medio, que quiera venir a pasar el día en San Bernardino, pero no necesariamente quedarse a dormir.
El alojamiento cuenta con tres dormitorios, dos de ellos dobles, y uno matrimonial en suite, además de una sala-comedor amplia que se conecta con la zona de galería y parrilla. El baño social y de las habitaciones familiares fue especialmente diseñado de acuerdo al estilo de vida de la ciudad, que permite utilizar tres espacios al mismo tiempo, manteniendo la privacidad. La cocina está completamente equipada con todo lo que podés necesitar durante tu estadía.