El Año Nuevo Chino, también conocido como Fiesta de la Primavera, no coincide con el Año Nuevo del calendario gregoriano, ya que se rige por un calendario lunisolar. Este sistema combina los ciclos de la luna y el sol, por lo que la fecha varía cada año en el calendario occidental, aunque siempre cae entre el 21 de enero y el 20 de febrero.
La festividad comienza con la luna nueva más cercana al inicio de la primavera en el hemisferio norte, marcando el comienzo de un nuevo ciclo agrícola y cultural. Esta diferencia con el calendario solar, utilizado en la mayor parte del mundo, incluido Paraguay, explica por qué la celebración cambia de fecha cada año.
Desde InfoNegocios, aprovechamos esta fecha para hablar de las relaciones comerciales entre el gigante asiático y el corazón de Sudamérica. Si bien Paraguay no mantiene relaciones diplomáticas con China debido a su reconocimiento de Taiwán, el comercio entre ambos países sigue creciendo, especialmente en términos de importaciones. China es el principal proveedor de productos electrónicos, maquinaria, textiles, productos químicos y vehículos para el mercado paraguayo. Según datos recientes, las importaciones desde el gigante asiático oscilan entre los US$ 1.500 y US$ 2.000 millones anuales.
A diferencia de lo que importa, Paraguay exporta muy poco a China, con un valor que ronda entre los US$ 100 y 200 millones anuales. Los principales productos enviados son carne bovina, soja y sus derivados, además de algunos granos como maíz y trigo.
El especialista en relaciones internacionales, Gustavo Rojas, recordó que los sectores agrícolas y ganaderos paraguayos buscan desde hace años abrir el mercado chino a sus productos. "Las presiones para que Paraguay mire más a China aumentaron desde que otros países de la región, como Costa Rica, Panamá, República Dominicana y El Salvador, decidieron cambiar su reconocimiento diplomático", explicó. Actualmente, de los 15 países que aún reconocen a Taiwán, nueve son latinoamericanos, con Paraguay como el más grande en territorio y población.
Rojas consideró que, además de las oportunidades comerciales, otros factores como el acceso a créditos e inversiones chinas podrían ser incentivos para establecer relaciones diplomáticas con el gigante asiático.
Por su parte, el economista, Fernando Masi ofreció una visión más crítica del vínculo comercial. "Paraguay solo tiene un relacionamiento de importaciones con China. El año pasado, nuestras exportaciones directas fueron del 0%. Si algo llegó a China, fue de forma indirecta a través de Hong Kong, pero eso es irrisorio", afirmó.
Masi recordó que el 33% de las importaciones de Paraguay provienen de China, mientras que Brasil representa el 27%, y Estados Unidos y Argentina, el 7% cada uno. "China es nuestro principal socio comercial, lo que genera un déficit en la balanza comercial de aproximadamente US$ 3.000 millones anuales", explicó.
En el pasado, la mayoría de los productos chinos importados por Paraguay eran reexportados, especialmente desde Ciudad del Este hacia Brasil. Sin embargo, en los últimos años, cada vez más productos chinos permanecen en el mercado paraguayo, en especial maquinaria e insumos industriales y agrícolas. Además, ha crecido la importación de vehículos, incluidos los eléctricos.
¿Hay oportunidades en el horizonte?
A pesar de las limitaciones diplomáticas, Masi consideró que Paraguay tiene potencial para ampliar sus exportaciones a China, especialmente en productos agrícolas como carne, soja, maíz y arroz. Sin embargo, advirtió que, más allá del sector agropecuario, el país tiene pocas posibilidades de vender productos con valor agregado. "A diferencia de lo que nosotros les compramos, lo que podríamos exportar no tendría mayor transformación industrial", concluyó.