Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), al cierre de 2024, alrededor del 9,9% de la población paraguaya, aproximadamente 588.348 personas, vivía en alquiler. Las opciones de arrendamiento crecieron significativamente y, según Ariel Rodríguez, asesor inmobiliario de Century 21 especializado en alquileres en Asunción, la tendencia actual apunta a una mayor demanda de viviendas en altura, con la mayoría de los contratos cerrándose a un plazo de un año. Sin embargo, los alquileres temporales también han aumentado, impulsados principalmente por la llegada de extranjeros al país. “Esta demanda se concentra en la zona del eje corporativo y el barrio Villa Morra”, puntualizó.
Las zonas con mayor interés por parte de los inquilinos en la actualidad son el barrio Villa Morra y sus alrededores. En contraste, el centro de Asunción ha perdido popularidad en los últimos años. De acuerdo con el especialista, algunas áreas que han despertado interés recientemente incluyen Barrio Jara, Las Mercedes, la zona norte de Fernando de la Mora y Mariano Roque Alonso. Este crecimiento se debe a su cercanía con el eje corporativo y Villa Morra, así como a la presencia de universidades, sanatorios, colegios, lugares de ocio y otros servicios clave.
“El primer factor que los clientes consideran al buscar una vivienda es la ubicación, priorizando la cercanía a su trabajo, colegio o universidad. En segundo lugar, valoran la seguridad; en tercero, el precio; y, por último, otras comodidades adicionales”, expresó Rodríguez.
El Banco Central del Paraguay (BCP), en su informe de inflación, indicó que en 2024 los precios de los alquileres tuvieron un aumento acumulado del 1,2%, por debajo del 2,3% registrado en 2023. En lo que va de 2025, el incremento en febrero fue del 0,4%, alcanzando el mismo porcentaje en términos acumulados al segundo mes del año, ya que en enero los precios se mantuvieron estables respecto al mes anterior.
“Es importante señalar que los contratos de alquiler típicamente son fijados en períodos anuales, con variaciones sujetas a la evolución del Índice de Precios al Consumidor (IPC) u otros factores de mercado, y que las unidades de muestra de alquileres difieren entre sí en los períodos de renovación de dichos contratos”, dijo César Yunis, economista jefe del BCP.
Asimismo, añadió que, en varios casos observados con relación al comportamiento de los precios de alquileres, los propietarios no trasladaron completamente la variación del IPC a los inquilinos en el último período analizado, probablemente con el objetivo de mantener la estabilidad del contrato con sus arrendatarios.
Sobre este mismo punto, Rodríguez afirmó que el precio de una vivienda está influenciado principalmente por su ubicación, los metros cuadrados, la distribución y otros atributos específicos.
Si bien se observa un aumento en la oferta de proyectos inmobiliarios, también es importante considerar que la demanda crecería en paralelo, especialmente en un contexto económico favorable como el que ha experimentado Paraguay en los últimos años y que se prevé continúe en 2025 y en los años siguientes.
“Se podría seguir observando una inflación moderada en los alquileres, como se ha registrado en el período reciente. Además, es apropiado resaltar que la inflación total se mantendrá baja, previéndose una tasa de 3,7% para 2025 y 3,5% para 2026, escenario que también contribuiría a mantener la inflación en alquileres en niveles bajos”, dijo Yunis.
Datos de Paraguay
De acuerdo con los datos del INE, en 2022 un total de 185.499 hogares vivían en alquiler. Del total de inquilinos, el 40,5% pagaba un alquiler mensual que oscilaba entre G. 500.000 y G. 999.999, convirtiéndose en el tramo más frecuente. En segundo lugar, un 28,2% de los inquilinos abonaba montos que iban desde G. 1.000.000 hasta G. 1.999.999.
Por otro lado, el 18,9% de los arrendatarios pagaba menos de G. 500.000, mientras que un 6,8% destinaba entre G. 2.000.000 y G. 2.999.999 para su alquiler mensual.
En el segmento de mayores montos, un 4,3% de los hogares pagaba G. 3.000.000 o más por su vivienda.
El 17% de los hogares en zonas urbanas vivía en alquiler, mientras que en las zonas rurales la cifra era significativamente menor, alcanzando el 2,5%.