El experto recuerda que en abril del año pasado la actividad económica estaba prácticamente parada debido a la crisis generada por la pandemia de coronavirus. “Es importante ver qué ha pasado en este tiempo. La economía ha sido dinamizada por el sector agropecuario, ya que ambos sectores han tenido condiciones sustancialmente mejores en los últimos meses que el primer semestre del año pasado”, dijo Royg.
Las cosechas agrícolas fueron buenas a comienzos de este año y se perfilan buenos precios, lo que genera un dinamismo propio en el sector, de acuerdo a lo explicado por el economista. “Y en el sector ganadero también empezamos el primer semestre con precios muy deprimidos y ahora con precios que han vuelto a la normalidad. Hoy se tiene cierto riesgo por la sequía por la falta de agua en el Chaco”, destacó.
Palabra oficial
El informe consigna que en el comportamiento interanual han incidido los desempeños favorables de los servicios, manufacturas, construcción y la ganadería. Alerta que, no obstante, la agricultura y la generación de energía eléctrica, continúan atenuando la expansión de la actividad económica.
Dentro del sector servicios se han destacado los desempeños positivos observados en las actividades de comercio, servicios a los hogares, restaurantes y hoteles, transportes y servicios a las empresas (estas actividades muestran un efecto estadístico favorable por la menor base de comparación). También han registrado comportamientos positivos las telecomunicaciones, intermediación financiera y, en menor medida, los servicios gubernamentales.
Dentro de la industria, las actividades que incidieron positivamente han sido la producción de carnes, aceites, molinerías y panaderías, bebidas y tabacos, químicos, papel y productos del papel, madera, textiles y prendas de vestir, cueros y calzados, minerales no metálicos, fabricación de metales comunes y productos metálicos. Pero estos resultados favorables han sido atenuados por las variaciones negativas en la producción de lácteos y azúcar.
La construcción, agrega el documento, sigue mostrando un desenvolvimiento interanual favorable, explicado principalmente por el dinamismo verificado en la ejecución de las obras tanto privadas como públicas.
Por su parte, la menor generación de energía eléctrica de las binacionales sigue siendo explicada por el reducido caudal hídrico del río Paraná. Finalmente, el IMAEP que excluye a la agricultura y a las binacionales, ha registrado un crecimiento interanual de 25,3% y, con este resultado, acumula una variación de 7,6% a abril de 2021.
Desigualdad
“Lo que podemos afirmar es que a lo largo de estos 12 meses, sumado a la crisis sanitaria, hemos tenido un crecimiento desigual, hay sectores que se han visto beneficiados, que no han sentido con la misma dureza el impacto de la crisis mientras que otros han sentido de una manera absolutamente virulenta; no podemos afirmar que hubo un crecimiento homogéneo”, afirmó el economista.
Con respecto a si los números mostrados por el IMAEP deben ser vistos con optimismo, Royg aseveró que “eso siempre es generador de esperanzas, pero lo que nos interesa como país es que gran parte de la población esté en buenas condiciones económicas para mirar con esperanza el futuro. Se proyectaba que la economía paraguaya en su conjunto creciera entre 3% y 4% a lo largo de 2021. Lo que no podemos asegurar es que ese crecimiento sea homogéneo en todos los sectores”.