Antes que nada, es importante saber que en las PASO solamente se oficializan las listas de cada partido o concentración, sin embargo, es la primera oportunidad en la que los sectores políticos miden fuerzas electorales. Las PASO se llevarán a cabo el 11 de agosto de este año, mientras que las generales presidenciales y legislativas tendrán lugar el 27 de octubre y en el hipotético caso de que se tenga que dar una segunda vuelta será el 24 de noviembre.
Los candidatos principales son Alberto Fernández, exjefe de gabinete del fallecido expresidente Néstor Kirchner con la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner como candidata a vice (Por el Frente Todos) y Mauricio Macri, actual presidente, junto a Miguel Ángel Pichetto, senador del Partido Justicialista, quien ocupa el espacio de candidato a vice (Por Juntos por el Cambio). Gane el candidato quien gane, tendrá tareas difíciles como la deuda externa, la inflación, la caída de la producción industrial, la devaluación del peso, un contexto mundial adverso y uno nacional completamente polarizado.
Para el politólogo Marcos Pérez Talia, a Paraguay siempre le va a parecer una buena noticia que Brasil y Argentina se encuentren estables, sin embargo, no parecería que ninguno de los dos gobiernos realice cambios radicales a corto plazo porque tienen graves problemas económicos internos. “El comercio de las ciudades fronterizas de Paraguay se ve potenciado cuando el tipo cambiario favorece la compra en el país, esto se ve claramente en Asunción y Encarnación que son prácticamente invadidas por turistas argentinos que compran bienes en cantidad”, agregó.
Sin embargo, consideró que no hay indicios de que existan cambios radicales a corto plazo dentro de Argentina y para el comercio bilateral con Paraguay ya el próximo gobierno en asumir estaría más abocado en solucionar sus problemas económicos a nivel interno. “Los desafíos más inmediatos consistirán en recuperar el mercado interno en plena crisis económica, enfatizar en las pequeñas y medianas empresas, enfrentar la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y paliar la fuga de dólares”, añadió.
En el ámbito internacional, Pérez se refirió a dos aspectos: la supuesta reacción positiva de los mercados tras la decisión de Macri al elegir como compañero a un dirigente del Partido Justicialista y al acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea. En el primer punto afirmó que los medios oficialistas vendieron pronto la noticia de una cierta tranquilidad en el dólar, los mercados y el establishment con la fórmula electoral Macri/Pichetto, sin embargo, el efecto duró poco porque luego 48 horas el dólar recuperó gran parte del terreno perdido.
Posteriormente, el politólogo aclaró que no es solo un mérito de Macri que el bloque del sur y de Europa hayan conseguido un acuerdo, teniendo en cuenta que para consolidarlo hubo un trabajo de 20 años que fue realizado por distintos gobiernos. “Aún existen aspectos que definir sobre el acuerdo, los parlamentos de cada región deben aprobar el cierre de las negociaciones y también queda pendiente establecer puntos en el marco del pacto”, complementó Pérez Talia.
Al igual que Pérez Talia, el economista Fernando Masi del Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (Cadep) no cree que el próximo gobierno, -independientemente a quien gane-, tenga la posibilidad de organizar la macroeconomía de Argentina o su régimen fiscal, a pesar de que ambas concertaciones tengan visiones distintas del mismo país. “A nosotros no nos conviene que Argentina no logre crecer, porque hace que no podamos aprovechar su mercado por motivos de devaluación u otros elementos que nos resta competitividad”, acotó Masi.
Por otro lado, el economista mencionó que el acuerdo entre el Mercosur y la UE hará que miembros del mismo bloque sudamericano cooperen entre sí, sobre todo con ciertas exigencias de la UE, en la que aparece el gobierno actual argentino como conductor de las negociaciones con los países europeos. “Probablemente Alberto Fernández sea más proteccionista, al igual que Cristina, quien en su gobierno optó por no abrir mucho su economía y se negaba a disminuir impuestos porque pasaba por problemas internos”, argumentó.
Asimismo, Masi sostuvo que el actual gobierno paraguayo debería tener una mirada similar a las del gobierno de Nicanor Duarte Frutos y Fernando Lugo en las relaciones con Brasil y Argentina, periodos en los que el rol de Paraguay fue “proactivo” y no “defensivo”, porque al país le interesa ambos mercados, crear cadenas productivas con ambos vecinos y que estos disminuyan sus barreras arancelarias. “Más allá de la naturaleza del nuevo gobierno argentino, lo fundamental es la economía y el bienestar de sus ciudadanos, entonces lo que importa es que brinden previsibilidad económica para fortalecer el comercio con nosotros. Que Paraguay sea un país más pequeño no significa que hay que renunciar a recoger ganancias dentro del mercado argentino”, recalcó.
Por último, Masi afirmó que es cierto que el mercado da muestras favorables a la dupla Macri-Pichetto actualmente, pero eso tampoco significa que las condiciones se mantengan estáticas como ocurrió en otros países como Brasil donde Luiz Inácio Lula Da Silva pasó de ser un gobernante a quien los mercados temían y luego empezó a ganar confianza.