El pacto incluye a compañías de renombre como Bimbo y Manpower de México, Mapfre y Repsol de España, el Banco Nacional de Bolivia y otros. Por Paraguay firmó el presidente de la empresa Maahsa, Esteban Morabito. Para conocer más sobre el acuerdo, conversamos con la presidenta de la CEAPI, Núria Vilanova, quien habló sobre las tareas importantes que tiene el sector privado para el escenario post pandemia.
¿En qué consiste este acuerdo tan amplio?
El objetivo principal es establecer relaciones de confianza entre presidentes de compañías para que crezca la comunidad empresarial en Iberoamérica y ayudar a las empresas para que sean capaces de crecer y desarrollarse. El segundo objetivo es defender el papel social del empresario y el tercer objetivo es apoyar los temas relacionados a la responsabilidad social corporativa y la sostenibilidad.
¿Este acuerdo está pensado específicamente para abordar la pandemia o era algo que estaba pendiente?
Con la aparición del COVID-19 nos pareció que era el momento de juntar las opiniones de los empresarios más importantes de Iberoamérica para ver cómo hacer frente a la situación. Sin embargo, la CEAPI particularmente viene trabajando en esto hace seis años y hace dos años realizamos un congreso en Madrid, donde participaron muchos empresarios de Paraguay.
¿Qué medidas se deben tomar para apoyar al sector de los servicios?
Los gobiernos fueron tímidos a la hora de enfrentar la economía informal porque en el fondo no se pensaba que era un problema, sino una solución para mitigar el desempleo. Esta crisis demostró que la economía informal es negativa, no se puede ayudar a una empresa que no existe o a un empleado que no existe. Una de las primeras reflexiones es que los gobiernos deberían mirar una fórmula fácil y barata para formalizar la economía.
Será muy importante la solidaridad empresarial, a ningún país le conviene tener empresas fracasadas. Por ejemplo, en España se hizo una iniciativa en la que se unieron las empresas de refrescos y cervezas para ayudar a los bares y restaurantes en su reapertura, financiando compras, apoyando en mejoras de la distribución y en otros aspectos.
¿Cuál será el rol de las herramientas tecnológicas para salir de la crisis?
Es un momento muy importante para invertir en tecnología, lo cual parecería una contradicción porque lo primero que piensan las empresas cuando hay crisis es ahorrar y no invertir. No obstante, en este momento no será posible reactivar la economía si las empresas no avanzan en la transformación tecnológica.
¿Qué ocurrirá con las ecommerce?
Existen cosas que cambian durante un tiempo y luego vuelven a la normalidad, pero los canales de ecommerce llegaron para quedarse, teniendo en cuenta el cambio de hábitos de la sociedad. Nadie creía que aquellos que no eran nativos digitales se adaptarían tan bien a la tecnología y durante las cuarentenas se vio una adecuación interesante.
¿La inversión en infraestructura estará limitada por el menor espacio fiscal que tendrán los países?
En el caso de Paraguay, la relación de la deuda frente al PIB no es tan alta, hay una capacidad todavía de endeudamiento. Pero en líneas generales, las empresas privadas deben ayudar a que los gobiernos aseguren que la deuda contraída se invierta bien y generen riquezas.
El gran problema de muchos países de Iberoamérica es que el endeudamiento no generó mayor competitividad. El sector privado tiene la tarea de poner a disposición sus especialistas en diferentes sectores para aumentar la eficiencia del gasto, aparte de operar como financista de proyectos de desarrollo.
Todo depende de la confianza que se hayan ganado los países en su mercado interno y en el mercado internacional.
¿Cuál es la importancia de España en el mercado latinoamericano?
España es el primer inversor europeo en Latinoamérica y el segundo a nivel mundial luego de EE.UU. Latinoamérica en su conjunto ya es el cuarto inversor en España, liderado por México.
En cuanto a comercio, hay una cifra importante de intercambio. España lleva ya 30 años invirtiendo en América Latina, en inversión acumulada es el segundo país con mayor capital dentro de la región.