"Estamos en Ciudad del Este, en la frontera. Tenemos una cultura muy arraigada con Brasil, ya sea por negocios o por la propia convivencia cultural. Compartimos mucho con ellos, y eso hace que siempre miremos hacia el mercado brasileño. Ellos son muy deportistas, como nosotros, pero con un nivel de consumo mucho más alto gracias a su mercado interno. Eso los convierte en una referencia constante para nosotros", indicó Bogado.
La familiaridad con el idioma y la dinámica comercial binacional facilitaron los primeros pasos. No fue un salto al vacío, sino un movimiento estratégico basado en el conocimiento del territorio compartido.
El camino hacia Vasco da Gama comenzó, curiosamente, a través de otro club: FOZ FC, un equipo de fútbol con presencia en la Liga Bernabéu. “Ellos ya venían trabajando con nosotros desde el año pasado. Al viajar por todo Brasil, la gente comenzó a notar sus uniformes y eso despertó el interés. Nos contactaron y así comenzó todo”, relató.
La primera reunión se dio en Río de Janeiro. Su equipo identificó las necesidades del club y comenzaron una serie de encuentros que, durante seis meses, articularon uno de los acuerdos más importantes. “Desde la primera reunión hasta cerrar el contrato pasaron seis meses. Fue un proceso ágil pero con muchos detalles. El contrato es por un año, hasta diciembre de este año, pero con opción de renovación”, detalló Bogado.
Para concretar la alianza, LUAN tuvo que rediseñar su planificación anual. El acuerdo implicó una inversión de aproximadamente US$ 100.000 solo en uniformes y logística, sin contar la adaptación estructural que requirió la empresa. “Tuvimos que rearmar espacios, reorganizar la producción, ajustar presupuestos. No fue fácil, pero sabíamos que valía la pena”, acotó.
“Estamos produciendo para 15 modalidades deportivas, desde futsal, fútbol playa, fútbol para ciegos, remo, hasta jiu-jitsu. Todo el staff técnico y los deportistas, excepto el primer plantel de fútbol de campo, vestirán nuestras prendas”, aseguró.
A diferencia del mercado interno, el club brasileño impuso condiciones precisas sobre el diseño y la aplicación de su manual de marca. “Ellos son muy estrictos, nos dieron poca libertad creativa. Pero aplicamos la misma tecnología textil que usamos para los clubes de primera en Paraguay, como Guaraní o Deportivo Capiatá. Las camisetas están al nivel de las grandes marcas internacionales”, comentó Luis.
La línea completa incluye tejidos de alta performance, control de humedad, ventilación y detalles premium en accesorios, todos fabricados bajo estándares de calidad exigidos por el mercado brasileño.
Vestir al Vasco da Gama representa mucho más que un contrato. “Siempre soñamos con ingresar al mercado brasileño. Este es el puntapié inicial. Desde que se dio a conocer la noticia, nos contactaron clubes de Argentina, Uruguay, y la idea es expandirnos en todo el Mercosur”, añadió.
Para sostener el crecimiento, la empresa ya planifica una inversión que ronda los US$ 300.000. “Vamos a ampliar la fábrica en 1.100 m2. Nuestra producción actual es de 30.000 prendas mensuales, y el objetivo es llegar a 50.000 para fin de año", reveló Bogado.
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