En un contexto de creciente competencia y demanda en Paraguay, su charla instó a una reevaluación de cómo se conciben y comercializan los proyectos. Hendlin compartió insights y planteó un enfoque proactivo y consciente en la creación de espacios que respondan a las necesidades reales de los habitantes.
En entrevista exclusiva, Hendlin enfatizó la necesidad de “hacer girar la rueda” en el desarrollo de “círculos virtuosos de producción de sentido”. Este concepto invita a los desarrolladores a pensar más allá de la venta del producto y a comprender cómo sus proyectos pueden generar valor emocional y funcional para los potenciales compradores.
La clave, según Hendlin, radica en diseñar espacios que realmente conecten con la gente, estableciendo una narrativa sólida que acompañe a cada inmueble. “Los proyectos deben ser pensados como faros que atraen a su público objetivo, generando interés genuino”, afirmó.
Para el experto, el producto inmobiliario debe “venderse antes” de su construcción. En un sector donde la competencia es feroz, tener una visión clara de quién será el cliente y cómo se beneficiará del espacio resulta crucial. “Si el proyecto no tiene una dimensión estratégica desde el inicio, será complicado diseñar estrategias de inserción en el mercado”, explicó. Este enfoque proactivo permite que los desarrolladores se anticipen a las necesidades del mercado y diseñen propuestas que sean atractivas desde su concepción.
También destacó las tendencias emergentes que están redefiniendo el marketing inmobiliario. La calidad visual y la presentación de los proyectos son más importantes que nunca. “No basta con presentar un plano; hay que seducir”, aseguró. La incorporación de tecnologías como la realidad virtual se está convirtiendo en una herramienta esencial para que los compradores experimenten de manera tangible los espacios. Esta innovación mejora la presentación de los inmuebles y facilita la toma de decisiones, especialmente para aquellos que no están familiarizados con el proceso de compra.
Hendlin subrayó el papel fundamental de las redes sociales, en particular Instagram, en la estrategia de marketing de las desarrolladoras. Lo que antes parecía poco probable, que alguien comprara un departamento de alto valor a través de una plataforma social, hoy es una realidad. “La gente investiga en Instagram antes de tomar una decisión de compra, y eso es algo que los desarrolladores deben tener muy presente”, afirmó. La capacidad de crear una narrativa visual y atractiva en estas plataformas se ha vuelto esencial para captar la atención de potenciales compradores.
Asimismo, ofreció consejos valiosos para las desarrolladoras en un mercado tan competitivo. La colaboración emerge como un elemento clave en este contexto. “Estar unidos y activos es más fácil que competir individualmente. El intercambio de ideas y experiencias entre desarrolladores puede ser una ventaja significativa en un entorno donde la información está al alcance de todos. La creación de redes colaborativas puede potenciar no solo el crecimiento individual, sino el desarrollo del sector en su conjunto”, destacó.
Finalmente, enfatizó la importancia de la diferenciación. “No se trata de competir en precios, sino de crear valor real”. En lugar de recurrir a descuentos drásticos que pueden perjudicar la percepción de calidad, los desarrolladores deben establecer precios claros y justos que reflejen la propuesta de valor de sus proyectos. Este enfoque beneficia a las empresas y también contribuye a un mercado más sostenible y saludable.
“La clave está en que además de viviendas, se debe construir comunidades que resuenen con las aspiraciones de quienes las habitan”, concluyó. En este contexto, el marketing inmobiliario se transforma en una herramienta poderosa para no solo vender propiedades, sino para contribuir al desarrollo de espacios que fomenten el bienestar y la cohesión social.