En una conferencia de prensa, el mandatario alegó que la cumbre tendrá como finalidad dar impulso al proyecto de esta nueva nucleación sudamericana, en la cual el único país excluido es Venezuela.
Consultamos al máster en Relaciones Internacionales de la Cadep, Gustavo Rojas, quién nos explicó los trasfondos que existen detrás de la propuesta de creación de un nuevo organismo internacional. Para comprender el todo, habría que remontarse a la parálisis de Unasur, “este es el organismo que se intenta sustituir porque quedó parado tras las crisis que tuvo. El último impase fue la postulación única de un candidato del Gobierno de Macri que fue bloqueada por Venezuela. Desde ese momento Unasur quedó sin dirección”, explicó.
Para Rojas, la falta de consenso entre los miembros en los presupuestos, entre otras cosas, hizo que de manera formal países como Chile y Colombia – impulsores de Prosur– decidieran apartarse de Unasur. “Sin embargo, esta sigue con miembros como Ecuador, Bolivia, Uruguay, Venezuela, las Guyanas y Surinam, entonces da la pauta de que existe una gran división en el continente”, expresó.
Los motivos por los que nace la propuesta de crear el Prosur, según Rojas, es la intención de conformar un órgano de oposición a Venezuela, remontar banderas políticas procedentes de la Unasur, la coordinación política, la integración sudamericana y replicar las funciones de este organismo que no encuentra cómo salir adelante. “Justamente la situación por la que está pasando Venezuela es un síntoma de la ausencia de consenso en la región por parte de los países de América del Sur. Cuando Unasur funcionaba, este tipo de crisis tenía su resolución en ámbitos regionales y hoy, al menos, no estamos viendo que se lleven las cosas de esa manera”, sostuvo.
Un motivo que Rojas consideró no menor es que Chile, Colombia y Brasil tienen bastante afinidad ideológica, “hay convergencia de simpatías, estos son países donde, por dar un ejemplo, la presencia del voto evangélico es ascendente, pese a que Piñera no haya llegado a la presidencia con un apoyo duro de ese sector, como lo hicieron Duque y Bolsonaro. Sin embargo, el gobierno chileno está tomando posiciones cada vez más cercanas a una derecha más extrema, que se reflejó en la retirada de Chile del Pacto Migratorio”, manifestó.
Paraguay, más cerca de Prosur
“Nuestro Gobierno también coincide ideológicamente con este movimiento, esto es claro, ahora ¿le conviene o no a Paraguay ser parte? Esa una pregunta que comienza a generar dudas. Somos muy dependientes de lo que pase en el Mercosur, donde hay distanciamiento, de algún modo, entre Argentina y Brasil, a tal punto de que Argentina no es un impulsor de la creación de Prosur”, argumentó.
Rojas acotó que la línea política de Uruguay –distinta a la de Brasil, Chile y Colombia– es un factor esencial para el país, por ser compadres tradicionales en articulaciones políticas como Prosur.
Asimismo, Rojas agregó que aún hay preguntas que responder para saber si este nuevo órgano sería favorable para Paraguay, desde el punto de vista de la integración económica.
Estrategia chilena
“El interés de Chile de conformar Prosur es propiamente una respuesta a la división que hay hoy en la Alianza del Pacífico en relación al gobierno de Manuel López Obrador en México. Podemos entender la posición chilena como una medida para reequilibrar un poco el esquema regional, cuando las acciones de coordinación e integración de la Alianza del Pacífico ya concretaron su etapa inicial”, reveló.
Sobre el mismo punto, Rojas recordó que la Alianza del Pacífico es el esquema político mejor valorado por Chile en los últimos tiempos y que ahora debería iniciar su periodo de madurez, por lo que necesita mayor convergencia, cualidad inexistente en Sudamérica actualmente.
Estados Unidos, China y Rusia
De acuerdo a Rojas, las simpatías entre los impulsores de Prosur con el gobierno de Trump son evidentes, a lo que se suma la cooperación militar entre el gobierno americano con Chile, Colombia y Brasil para contraponerse a China en la región (esto fue anunciado por el almirante Craig Faller, jefe del Comando Sur ante el comité de las FF.AA. de EE.UU.).
“Tampoco es ninguna coincidencia que pocos meses antes de que la crisis de Venezuela se haya convertido en un tópico, Colombia haya ingresado a la OTAN con auspicio americano o que Brasil designe un general para el comando sur de EE.UU.”, concluyó.