Juan Encina, presidente del Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos (IEEE), destacó que “siempre que hay energía, hay desarrollo y crecimiento económico. Si observamos el mapa eléctrico de Paraguay, notamos una gran cantidad de líneas de transmisión de alto voltaje en la Región Oriental, pero en zonas como Concepción y San Pedro, la infraestructura es mucho más limitada, lo que coincide con los menores índices de desarrollo económico”.
El nuevo proyecto energético contempla la instalación de una línea de transmisión de 220.000 voltios con una extensión de 568 kilómetros. Esta línea partirá de Villa Hayes, pasará por una zona cercana a Concepción, luego se dirigirá a Pozo Colorado y finalizará en Carmelo Peralta.
El financiamiento de la obra provendrá de diversas fuentes: US$ 75 millones de la entidad KFW de Alemania en calidad de préstamo, US$ 45 millones provenientes del Fondo para la Convergencia del Mercosur (Focem) y US$ 6 millones de fondos propios de la Ande.
Por otro lado, Florian Reimer, gerente general de la Cooperativa Chortitzer, señaló que la falta de suministro energético adecuado es el principal obstáculo para la expansión industrial en la zona del Chaco. “Es importante que nos industrialicemos más para darle un valor agregado a la producción de carne, leche y cultivos agrícolas, cuyo crecimiento fue significativo en los últimos años. Para que esto sea posible, es fundamental contar con un suministro energético estable y suficiente, una condición que hoy aún no se cumple del todo”, dijo.
Si bien la Administración Nacional de Electricidad (Ande) priorizó inversiones en infraestructura energética para la región, Reimer destaca que el crecimiento industrial supera la capacidad actual de distribución. “Sabemos que la Ande está presupuestando y haciendo lo máximo para que el Chaco tenga más energía, pero hoy por hoy sigue siendo una limitante grande”, enfatizó.
El ritmo de desarrollo industrial en el Chaco se refleja en el crecimiento de la demanda energética, que oscila entre el 10% y el 15% anual. Este aumento, además de indicar una mayor actividad económica, también representa un desafío para la infraestructura eléctrica. “El Chaco se está industrializando cada vez más, y sin suficiente energía será difícil sostener este ritmo de crecimiento. Estamos recién en la cuna del desarrollo. Con suficiente energía, seguridad y un capital humano calificado, podremos potenciar aún más la industrialización y el valor agregado a nuestra producción”, manifestó Reimer.
Más allá del suministro eléctrico, Encina advirtió que el crecimiento del Chaco requiere una estrategia integral que incluya otras infraestructuras esenciales. “Se debe mejorar la conectividad vial y tecnológica. Sin internet confiable y sin rutas en buenas condiciones, atraer inversiones será mucho más difícil”, enfatizó.
Además, el especialista sugirió que el país debería pensar a largo plazo y considerar la instalación de una línea de transmisión de 500.000 voltios en lugar de 220.000. “Si realmente queremos convertir al Chaco en un polo de desarrollo, necesitamos una infraestructura que garantice el crecimiento a futuro. Una línea de 500 kV podría facilitar la exportación de energía a Bolivia y fortalecer la integración energética regional”, explicó.
Desde el punto de vista laboral, la construcción de la línea de transmisión generará empleo para trabajadores paraguayos con experiencia en el sector eléctrico. Según Encina, de la IEEE, la obra podría extenderse por tres años en lugar de los dos inicialmente previstos por la Ande. “Es fundamental que este desarrollo no sea solo coyuntural. Después de la construcción, debemos asegurar la continuidad del empleo con nuevas inversiones productivas”, agregó.
A pesar de su baja densidad poblacional, el Chaco es una de las regiones con mayor consumo energético per cápita en Paraguay, debido a su actividad industrial y agropecuaria. De acuerdo con los datos, los departamentos de Boquerón y Presidente Hayes tienen un consumo de 6.300 kWh y 3.200 kWh por habitante al año, respectivamente, superando incluso a Alto Paraná.
“El consumo del Chaco representa el 5% del total nacional, pero gran parte de esta demanda proviene de la industria. Con una infraestructura adecuada, este porcentaje podría aumentar significativamente”, concluyó Encina.