En este contexto se introduce el término salud ocupacional que, de acuerdo a la OMS y OIT, es "la promoción y mantenimiento del mayor grado de bienestar físico, mental y social de los trabajadores en todas las ocupaciones mediante la prevención de las desviaciones de la salud, control de riesgos y la adaptación del trabajo a la gente, y la gente a sus puestos de trabajo".
El concepto se engloba dentro de un campo de estudio más amplio denominado salud del trabajador, cuyo principal objetivo es mantener su salud, de modo que pueda seguir siendo productivo para beneficio propio, de su familia y para la organización.
Las organizaciones pueden jugar un papel importante en este ámbito, puesto que las iniciativas en el lugar de trabajo pueden contribuir a reducir el absentismo por enfermedad en un 27% y los costos de atención sanitaria para las empresas en un 26%, según datos de la OMS.
Una de las herramientas disponibles para contribuir con la salud del trabajador, son los exámenes médicos laborales, que consisten en evaluaciones médicas realizadas al iniciar la vinculación y luego con una periodicidad mínima anual. El objetivo específico es detectar temprano si el colaborador está manifestando algún daño debido a los riesgos a los que está expuesto ya sea por el rubro o tipo de trabajo. Por eso, lo correcto es que se defina el contenido del examen médico laboral en función de una evaluación previa de las tareas que realiza cada trabajador, de sus condiciones físicas y de otras consideraciones”, explicó el doctor Raúl González Montiel, especialista en medicina del trabajo.
En Paraguay, la legislación define un listado básico de determinaciones que deben incluirse en los exámenes médicos laborales, a las que se deben sumar las que resulten de la evaluación de riesgos. “El listado básico incluye análisis de sangre, de orina, heces y una radiografía del tórax”, indicó el especialista.
El Dr. González mencionó que los exámenes médicos laborales pueden realizarse en cualquier momento del año, sin embargo “nosotros aconsejamos acabar en el primer semestre, de modo que, si se detectan desvíos, haya tiempo de hacer las intervenciones pertinentes y volver a evaluar dentro del mismo año”, recomendó.
Podría decirse que la incursión de la medicina laboral en el país aún es incipiente, puesto que empresas con interés en exportar productos −dado que la vigilancia del cumplimiento es estricta en otros países− y las industrias son las que implementan este tipo de medidas preventivas.
Sin embargo, quienes ponen en práctica estas medidas observan una mejora en la productividad, así como un incremento en la satisfacción del trabajador y a su vez, el empleador obtiene la información precisa respecto de las adecuaciones que son necesarias, o bien, el retorno objetivo de intervenciones realizadas, refirió el Dr. González.
Vale la pena mencionar que durante esta pandemia, los profesionales de medicina del trabajo junto con encargados de la seguridad e higiene, tuvieron un protagonismo fundamental en las empresas, dando soporte a los encargados del capital humano para lograr paliar la situación.
Velar por la salud de los colaboradores de la empresa es importante para que el trabajo sea satisfactorio para ambas partes. El trabajador que está siendo atendido en su salud se siente más satisfecho que el que no, y la empresa que presta atención a la salud de sus trabajadores adquiere nuevas perspectivas que le ayudan a madurar y a crecer, enfatizó el Dr. González Montiel.