Hasta el momento ninguno de los gobiernos confirmaron los detalles del acuerdo, sin embargo, ya es público que tanto EEUU y China se comprometieron a eliminar aranceles de forma simultánea y en la misma proporción a medida que avancen las negociaciones.
Por parte de EEUU, la promesa principal consiste en dejar de aumentar los aranceles a las importaciones hechas desde China, mientras que el gigante asiático, deberá aumentar la compra de productos agrícolas estadounidenses hasta llegar a un monto que oscile entre US$ 40.000 millones y US$ 50.000 millones, cifra que según Trump, sería tres veces mayor a lo que Beijing compró en los momentos de mayor tensión entre ambos países.
Estas negociaciones forman parte de una primera fase que culminará con la eliminación de los aranceles impuestos por ambas economías y luego comenzará la segunda fase, en la que discutirán sobre temas referentes a la cuestión tecnológica.
Conversamos con la economista de Mentu, Martha Coronel, quien mencionó que es común que empiecen a negociar sobre aspectos estratégicos luego de que EEUU y China se hayan impuesto mutuamente aranceles, especialmente en productos como la soja y otros productos primarios de origen norteamericano que no pueden ingresar a China por los altos aranceles.
“Es muy sensible para EEUU que sus granjeros no puedan llenar la demanda y no tengan en donde vender. Esto perjudica a países como Paraguay con el tema de los precios”, manifestó Coronel.
Según la entrevistada, la producción agrícola es demasiado relevante para EEUU porque el modelo de agricultura que sostienen se basa en subsidios públicos, entonces, lo más lógico es que el Gobierno negocie medidas que beneficien a los granjeros, ya sea la baja de aranceles o el establecimiento de cupos de compra, que por el momento parece ser el mecanismo que se estará utilizando. “La producción agrícola de EEUU exportaba a China 37 millones de toneladas de soja, que ese volumen no pueda entrar en la misma proporción hace que los precios de la región bajen”, recalcó.
Por el lado de China, la economista recordó que uno de los primeros aranceles que impuso EEUU a China, fue para la importación de acero, que es probable que también sea incluido dentro de esta primera parte de las negociaciones.
Principales puntos en los que la guerra comercial perjudica a Paraguay y la región
Además de la reducción de la demanda de productos agrícolas y la posterior reducción de los precios, Coronel habló de la incertidumbre como otro factor negativo para nuestro país y la región, también fruto de las tensiones entre las dos potencias. “Hay inversores que están expectantes, pero con la reducción de la demanda de productos agrícolas se da una reacción en cadena en otros sectores relacionados, como el transporte y el de logística. Tanto EEUU como China crecieron menos, entonces el comercio mundial se reduce, a tal punto que este año solo se creció 0,2%, cuando el año pasado se creció 3,5% en el mismo trimestre”, explicó Coronel.
¿Quiénes se benefician?
La guerra comercial no es negativa para todos, eso lo aclaró la economista, quien resaltó que Taiwán es uno de los países que está sacando provecho de las tensiones entre China y EEUU, porque está vendiendo productos a su par asiático en vez de EEUU. Lo mismo ocurre con Vietnam, México o algunos sectores agrícolas de Europa, que sacan este provecho, pero tienen su sector automotor dañado por la menor demanda externa.