La medicina paraguaya da un paso firme hacia el futuro con la llegada oficial de dos de las terapias neurológicas más revolucionarias del mundo. Actualmente, patologías como el Parkinson, que es una enfermedad degenerativa de rápida progresión, a medida que avanza, va haciendo que el paciente sea menos funcional, afectando todos los ámbitos de su salud. “Con el lanzamiento de este dispositivo de Boston Scientific DBS, cambian totalmente las oportunidades del paciente y puede recuperar su calidad de vida con el control, casi total o en algunos casos total, de los síntomas”, comentó Rosanna Vera, gerente comercial de Bioéticos.
¿Qué implica esta nueva era de la neuromodulación?
La terapia DBS consiste en un dispositivo implantado que envía impulsos eléctricos controlados a áreas específicas del cerebro, logrando reducir de forma significativa los síntomas motores del Parkinson y otras patologías neurológicas. En muchos casos, los pacientes recuperan el control de sus movimientos y mejoran su estado general de salud sin depender exclusivamente de medicamentos que, con el tiempo, pierden eficacia.
Por su parte, la SCS utiliza la estimulación de la médula espinal para bloquear señales de dolor crónico, mejorando drásticamente la calidad de vida de quienes padecen dolores refractarios o neuropáticos.
Según Vera, el efecto de estas tecnologías trasciende al paciente: “Un paciente con Parkinson muchas veces depende de un cuidador. Cuando recupera su funcionalidad con este tipo de dispositivos, también recupera su independencia. Eso impacta directamente en su entorno familiar. Ya no es solo el tratamiento de una enfermedad, es la recuperación de una vida plena”.
La llegada de estas terapias al país significa que los pacientes paraguayos ya no tienen que viajar al exterior ni enfrentar barreras imposibles para acceder a tratamientos de última generación. Bioéticos, en alianza con Boston Scientific, pone esta tecnología en manos de médicos paraguayos altamente capacitados para aplicarla.
Aunque actualmente el foco principal está en enfermedades neurodegenerativas y crónicas, el potencial de la neuromodulación va mucho más allá. Rosanna explicó que ya hay ensayos clínicos en curso para tratar condiciones como depresión mayor, trastorno bipolar, adicciones e incluso déficit cognitivo.
“Estamos en el umbral de una revolución médica. La ciencia ya no solo busca prolongar la vida, sino mejorar su calidad desde todos los ángulos. Y la tecnología será una aliada fundamental para abordar patologías antes consideradas sin solución”, indicó Vera.
En cuanto a los riesgos de esta revolución tecnológica, Vera aclaró que, “el mayor riesgo hubiera sido no tener médicos capacitados. Pero afortunadamente, eso no ocurre en Paraguay. Tenemos especialistas a la vanguardia que esperan estas oportunidades para aplicarlas”.
Las oportunidades, en cambio, son múltiples: mejores tratamientos, reducción de costos en salud pública a largo plazo, menos dependencia de fármacos y mayor integración de los pacientes a la sociedad. “Es un avance que beneficia a todos: a los pacientes, al sistema de salud, a las familias y también a la industria, que puede seguir creciendo con propósito y compromiso”, señaló.
En los últimos años, el país logró avances significativos en su vademécum, ofreciendo terapias comparables a las disponibles en países desarrollados. Además, la industria nacional comenzó a producir medicamentos de alta complejidad, como los anticuerpos monoclonales biosimilares, gracias a alianzas tecnológicas con laboratorios internacionales.
“En el 2022, Laboratorios Éticos, para su división Bioéticos, inició la producción de anticuerpos monoclonales biosimilares gracias a la transferencia de tecnología realizada con una de sus representaciones europeas: Mabxience”, resaltó Vera.
De cara al futuro, Bioéticos tiene dos objetivos claros: por un lado, seguir trayendo productos y terapias que aún no están disponibles en el país, y por otro, fortalecer la producción nacional de medicamentos de alto costo, para que sean más accesibles a toda la población.