Para Medina, el primer paso es una planificación anticipada y coordinada. “No es solo marketing, es un esfuerzo de 360 grados donde también participan logística, compras y atención al cliente”, explicó. Analizar tendencias y conocer los productos más demandados permite optimizar inventarios y evitar quiebres de stock.
Las promociones son un factor decisivo en la elección de compra, como los combos atractivos para parejas, el 2x1 en cenas o los descuentos en productos complementarios. Además, las alianzas con restaurantes, hoteles o bancos potencian el atractivo de las ofertas. Un sorteo bien planificado también puede generar una gran interacción con el público y fortalecer la imagen de marca.
Tal es el caso del Hotel Villa Morra Suites, que organiza un recorrido sensorial por la ruta del vino, diseñado para celebrar el amor con una cena de cuatro pasos con maridaje exclusivo, guiado por un sommelier y acompañado de un open bar con espumantes, vinos, cervezas y tragos. También hay habitaciones ambientadas con detalles románticos y sorpresas únicas para la pareja. Así también, restaurantes como La Quesería ofrecen una cena de cinco pasos y degustación de vino de la mano de El Club del Sommelier.
Hoy en día, en el mundo digital, los consumidores buscan autenticidad y testimonios reales que generen engagement. “A la gente ya no le atraen imágenes editadas; quieren ver experiencias genuinas, como parejas mostrando cómo disfrutan un producto o servicio”, señaló Medina.
Bon o Bon, por ejemplo, lanzó una campaña en la que menciona que el amor nunca pasa de moda, invitando a los consumidores a compartir un bombón; además, realiza trivias y sorteos en sus redes.
Las empresas también pueden aprovechar el contenido en vivo, como mostrar el proceso de empaque o la entrega de regalos, para generar interacción y emocionar a su audiencia. Las entregas rápidas y eficientes son otro punto fundamental para cerrar con éxito la experiencia de compra.
Alfajores Tatakuá presentó un packaging que envuelve toda la magia del amor: “Quiero ser por siempre tu lugar favorito”, con una selección de cuatro tipos de alfajores: Alfanut, Alfafrola, Maní y Alfaron.
Un dato no menor es que la costumbre de regalar chocolates en el Día de los Enamorados se originó en el siglo XIX en Europa y Estados Unidos. Hay varias teorías sobre cómo se inició esta tradición. Una de ellas es la influencia de los aztecas, quienes consideraban que el cacao —del que se obtiene el chocolate— era un regalo de los dioses y un símbolo de amor y fertilidad.
Por otro lado, las tecnologías emergentes están revolucionando el marketing. La inteligencia artificial y el big data permiten personalizar las campañas según los intereses del consumidor. “Ya no es necesario llamar a los clientes al azar; con una buena segmentación, podemos anticipar sus necesidades y ofrecerles productos relevantes”, afirmó Medina.
El cross-selling es otra técnica efectiva: si un cliente compró un producto similar el año pasado, se le puede ofrecer una opción complementaria o mejorada. Sin una estrategia de segmentación adecuada, este tipo de marketing pierde efectividad.
En un mercado saturado de promociones, la verdadera diferenciación radica en la experiencia del cliente. Medina puntualizó que el consumidor, además de buscar el regalo ideal, quiere una experiencia de compra fluida y placentera. La rapidez en la atención, la eficiencia en la logística y la personalización del servicio son factores determinantes.
“Un caso de éxito en marketing emocional es la campaña de Iberia en fin de año, donde la aerolínea ofrecía viajes de lujo a los pasajeros, pero ellos elegían llegar a su destino para reunirse con sus seres queridos. El mensaje era claro: lo más valioso no es el destino, sino la experiencia de llegar a casa”, compartió Medina.
La tendencia actual apunta a la inmediatez. Las marcas deben estar disponibles en diferentes canales y ofrecer respuestas rápidas. “Si antes solo atendíamos de lunes a viernes, en fechas clave como San Valentín hay que estar disponibles los fines de semana”, sugirió Medina.