“Desde nuestros inicios hemos tenido la visión de formalizar el sector de la limpieza, y para nosotros este sello es el reconocimiento de que estamos en el camino correcto, que estamos cumpliendo con altos estándares internacionales de gestión, para consolidarnos como una empresa socialmente responsable. Hoy somos la primera Empresa B certificada de nuestro rubro”, expresó Graciela Dietrich, gerente general adjunta de El Mejor.
Uno de los factores que propiciaron este reconocimiento es la estructura organizativa que adoptó la empresa, que ya optó hace algunos años la certificación 9001 para tener un crecimiento ordenado y formalizar los protocolos de trabajo, sostuvo la ejecutiva.
“Otro factor es la gestión alineada a la creación de valor social y ambiental, además del económico. Queremos mantenernos como una empresa rentable, pero no a cualquier precio y buscamos ser coherentes entre lo que definimos por escrito y el compromiso demostrado en la práctica”, añadió.
Algunas de las principales acciones llevadas a cabo para la certificación fueron la conformación del cuadro gerencial, en el que más de la mitad son mujeres en un plantel de más de 1.000 colaboradores, y la incorporación al plan de responsabilidad social empresarial (RSE) de acciones para erradicar todo tipo de violencia contra las mujeres.
A esto se debe sumar el haberles dado a los colaboradores la oportunidad de culminar sus estudios secundarios gracias al programa de alfabetización de adultos del MEC; la inclusión de personas con discapacidad; y la incorporación de productos con sello verde para la reducción de agua, uso de energía y emisiones de CO2 en los procesos de limpieza.
Beneficios para la empresa y los clientes
La certificación le permite a El Mejor pertenecer a un grupo con el cual comparte los mismos principios y definiciones estratégicas. “Nos inspira poder conocer otras experiencias que podamos capitalizar en el accionar de la empresa y saber que estamos generando aportes significativos para lograr un desarrollo sostenible”, agregó.
El reconocimiento también permite fortalecer los vínculos con los clientes, e invertir tiempo para el intercambio de mejores prácticas, además de fomentar el establecimiento de grupos de trabajo desde el nivel ejecutivo, ya que necesitan que más personas se formen para poder aplicar en el día a día los ajustes que sean identificados como oportunidades.
Asimismo, es una oportunidad para propiciar una comunicación activa, para que sea más conocido el movimiento, el modelo B, y atraer a nuevas empresas. “Cuantas más seamos, más significativas serán la acción y los impactos”, resaltó.
“Apostamos al desarrollo sostenible del país y vemos en esta certificación una oportunidad para evaluar constantemente nuestra gestión e identificar dónde están las oportunidades de mejora y cómo podemos avanzar hacia la creación del triple impacto”, reveló Dietrich.