El IPC subyacente, que excluye frutas, verduras, precios de servicios regulados y combustibles, se situó en un 0,2%, igual al de hace un año. En términos interanuales, la inflación general aumentó al 4,4% en mayo desde el 4,0% de abril, mientras que el IPC subyacente se mantuvo en el 4,3%.
A pesar del aumento de la inflación en los últimos dos meses, ambas métricas permanecen dentro del rango de tolerancia del objetivo de inflación del 4% con un margen de +/-2%. Las expectativas de inflación siguen ancladas en el 4% para todos los horizontes analizados, según un informe emitido por Itaú.
“En cuanto a la depreciación del guaraní frente al dólar, su impacto en la inflación fue limitado. Esto se debe a que las empresas estuvieron recomponiendo márgenes de beneficio, reflejado en la diferencia entre la inflación de precios al consumidor (IPC) y la inflación de precios al productor (IPP). Esta diferencia positiva sugiere que las empresas no trasladaron completamente el aumento del tipo de cambio a los precios al consumidor, manteniendo así controlada la presión inflacionaria derivada de la depreciación de la moneda”, comentó Wildo González, chief economist de Puente Casa de Bolsa.
En cuanto a las previsiones de crecimiento para lo que queda de 2024, se prevé un aumento del PIB del 3,55%. La previsión de inflación se mantiene en 4% para fin de año, con presiones mensuales destacadas en mayo por el alza de precios en hortalizas y bienes duraderos, debido a la depreciación del guaraní frente al dólar, se lee en el informe macroeconómico de Itaú.
Se descarta la posibilidad de nuevos recortes de tasas de interés este año debido a la incertidumbre económica global y las presiones inflacionarias. El BCP indicó que la tasa de interés está cerca de la neutralidad, lo que lleva a revisar ligeramente al alza la tasa terminal proyectada para el ciclo hasta el 6%, desde el 5,75% anteriormente previsto.