A diferencia de otras fronteras donde los turistas acuden para comprar artículos concretos, en esta ciudad de frontera seca los brasileños pasan incluso para hacer sus compras de supermercado o pequeñas compras diarias. Cabe resaltar que PJC recientemente cumplió 121 años de fundación.
Por otra parte, muchos paraguayos trabajan en Brasil en plantas industriales, en empresas de varios rubros o en brindar servicios independientes en la categoría de electricistas, encargados de tiendas, trabajadoras domésticas, entre otros perfiles, de acuerdo a Barreto.
“Todo esto hace que exista una sinergia en la economía de ambas ciudades fronterizas”, expuso.
“El comportamiento de consumo se modificó a causa de la pandemia, porque el brasileño se acostumbró a comprar internamente, porque la frontera permaneció cerrada por meses. Aunque cuando se liberó la circulación, se recuperó gradualmente el movimiento", indicó.
De marzo a setiembre muchos negocios permanecieron cerrados y algunos trabajaron con personal reducido, porque las ventas eran mínimas. Por tanto, “noviembre, diciembre y enero serán los meses con mayor movimiento, según su balance histórico”, señaló.
Los artículos más demandados son los de electrónica, cosmética, perfumería y bebidas.
"Comparando con el volumen de ventas de estos tres meses en 2019, creemos que registraremos un promedio del 70% para este año. No llegaremos al 100% porque existen personas con ingresos reducidos e incluso porque la situación es incierta y prefieren ahorrar su dinero", reconoció.
A este panorama se suma la devaluación del real. "Ese es nuestro principal adversario porque antes US$ 100 eran 350 reales, pero hoy son 560 reales. Un producto que costaba US$ 1.000 antes salía 3.500 reales, pero hoy cuesta 5.600 reales y eso es una suba muy importante que afecta a la competitividad, más aún en el contexto actual", afirmó.
Para Barreto, también es necesario recuperar el retorno de las actividades académicas de las universidades, que reciben hasta 12.000 estudiantes extranjeros que permanecen en la ciudad por varios años y la dinamizan con su consumo.
¿Y los trabajadores?
De un 100% de los trabajadores que tenían antes de la pandemia, 60% retornó a sus puestos de trabajo y el resto se encuentra temporalmente con contratos suspendidos o fueron desvinculados de las empresas, confirmó el representante.
"Estamos siguiendo de cerca el proyecto de ley de competitividad comercial en la frontera, que permitirá bajar los impuestos en los productos de reexportación y con esto volveremos a ganar competitividad en este escenario. También se debería trabajar en mantener un dólar más estable y una serie de factores que nos ayudarán a volver a un escenario normal”, subrayó.
El objetivo es ofrecer productos a menor costo, para que los extranjeros lleguen a la ciudad para aprovechar las promociones. Lo que Barreto consideró vital porque los comercios del otro lado de la frontera ofrecen precios similares en algunas categorías, con la diferencia que otorgan garantías más extensas e incluso compras en cuotas sin intereses.