Para frenar el ingreso de productos de contrabando, la Coordinación Operativa de Investigaciones Aduaneras (COIA) trabaja en controles en todo el territorio. En la semana retuvieron un cargamento de 14 toneladas de tomate, pero este es solo uno de los muchos productos que se intenta introducir de forma irregular, según Ulises Torres, vocero de la unidad.
La dependencia pertenece a la Dirección Nacional de Aduanas (DNA) y se encarga de planear, organizar y dirigir los procedimientos de investigación y control de operaciones aduaneras, con el objetivo de erradicar este flagelo, acotó el asesor jurídico.
“Trabajamos en una línea que proviene del Poder Ejecutivo, que nos indica que existe tolerancia cero para todos los casos de contrabando, sin excepción. Entonces, cuando nos encontramos con transportes con mercaderías en tránsito o transitando en Paraguay, que no cuentan con la documentación correspondiente, la misma es decomisada, el vehículo es retenido y las personas son puestas a disposición del Ministerio Público”, explicó Torres.
Al ser consultado sobre si los productos frutihortícolas son los más retenidos en los controles, teniendo en cuenta el reciente decomiso de un camión con 14 toneladas de tomate, Torres señaló que la gama de bienes de origen extranjero que son retenidos es amplia, yendo de artículos para el hogar hasta medicamentos.
“Todos los productos que se encuentran en infracción son retenidos, basado en lo que dispone el código aduanero. Lo que sí tenemos es cierta preferencia en dicho sector, de manera a proteger la producción nacional de tomate, papa, cebolla, zanahorias u otros productos de procedencia nacional”, aclaró Torres.
¿Qué se incauta?
De acuerdo a Julio Fernández, director de la DNA, disminuyó significativamente el ingreso de productos electrónicos, cigarrillos de contrabando (o insumos para su producción) y textiles.
Anteriormente, se tenía un promedio de US$ 72 de productos de contrabando por cada US$ 100 ingresados (hasta agosto de 2018), y ahora, se tiene una evasión de US$ 3 por cada US$ 100 de productos electrónicos ingresados, aseveró.
En 2019 se importaron cerca de 8 millones de celulares, según los datos de la DNA, y 5 millones en 2018. “Esto muestra que los controles sirvieron para transparentar las operaciones, porque en 2018 el comercio fue mayor, pero esto no condice con los registros aduaneros”, argumentó
Existen diversas maneras de introducir los productos al mercado, según Fernández, por ejemplo, evitando controles aduaneros (por vía terrestre o fluvial), declarando la carga como otro producto de mayor peso (declarar una impresora, pero introducir una gran cantidad de celulares) y la subvaloración, que significa que se declara una carga por debajo de su valor real.
"Para cubrir las zonas primarias y secundarias, la DNA trabaja en conjunto con otras instituciones y unidades especializadas que hacen frente al contrabando, entendiendo que esta es la única forma de combatir el ingreso de productos, por todas las vías".