Cuando se habla de la decoración de interiores, es fundamental primeramente encontrar un esquema de colores que funcione adecuadamente para cada espacio. Para ello es necesario entender cómo funciona cada color, tanto individualmente como en armonía o contraste con otros y combinarlos de la mejor manera. Para empezar, vamos a dividir los cálidos de los fríos.
COLORES CÁLIDOS
Generalmente tienen un efecto estimulante y dan la impresión de que avanzan, que se adelantan de la superficie que los contiene. Esto provoca sensación de cercanía. Son colores vitales, alegres y activos.
El rojo
Se asocia con el fuego, con una acción intensa y excitante. Debe ser utilizado con moderación en las habitaciones. Son ideales para complementos de la sala y muchos prefieren emplearlos en el mobiliario de la cocina.
El amarillo
Se asocia con la luz solar, promueve el optimismo. El amarillo evoca fuerza y voluntad. Es excitante y tiene su lugar más adecuado en las habitaciones con poca luz natural.
El naranja
Es la mezcla del rojo y el amarillo. Está vinculado con la espiritualidad, la vitalidad y la trascendencia. Es un buen color para meditar, por eso sería bueno elegir esta tonalidad para el cuarto de lectura. Al igual que el rojo, es un color que debe evitar lugares muy amplios. Muchos lo utilizan en el comedor.
COLORES FRÍOS
Estos tonos producen una acción relajante y un efecto de alejamiento. Tienen una impresión de reposo y calma. Permiten agrandar los espacios. Por ejemplo, un pasillo estrecho, adquiere un interesante aumento visual si está pintado con un color frío.
El azul
El color de un cielo sin problemas, sugiere la apertura, la libertad y la tranquilidad. Es el más frío de todos los colores. Expresa calma, quietud y reposo. Por su calidad de sedante, es muy utilizado para zonas de trabajo y habitaciones.
El violeta
Dependiendo de qué tanto rojo o qué tan azul se le agregue, va cambiando de categoría. Aumentando su proporción de rojo se hace más vital y activo; aumentando el azul, acentúa su frialdad y distanciamiento. Es muy femenino y a su vez, es indiferente y distante, capaz de evocar la idea de misterio.
El verde
Conecta directamente con la naturaleza e infunde una sensación de armonía. Es una tonalidad equilibrada, que expresa quietud, vegetación y frescura. En el conjunto, es mejor utilizarlo en tonos pasteles, y puro sólo para detalles. Este color es bueno implementar en la oficina.
CÓMO COMBINAR COLORES
Habitualmente es cuestión de gustos, pero hay una regla que nunca falla y es la del 60-30-10, para poder utilizar de manera adecuada la cantidad de colores dentro de una decoración.
¿En qué consiste?
Primeramente hay que escoger tres colores y usar el color dominante en sesenta por ciento del espacio, el color secundario en treinta por ciento y el color de acento; en el diez por ciento restante.
¿Qué se logra?
El color primario es el primero que atrae el ojo, el color secundario le da interés y el color de acento, es como el toque final, como un accesorio que complementa.