El Banco Central del Paraguay (BCP) estimó que el crecimiento del PIB en 2023 será del 4,5%, mientras que el Banco Mundial (BM) pronosticó que será del 5,2%, un cálculo más optimista pero que hay que ver si se mantiene si las aumentan las consecuencias negativas de una escalada del conflicto en Europa.
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Según el BM el crecimiento mundial se está desacelerando marcadamente debido a la elevada inflación, el aumento de las tasas de interés, la reducción de las inversiones y las perturbaciones causadas por la invasión de Rusia a Ucrania
“Ya el FMI advirtió que vamos a tener un año complejo derivado de la inflación, de la volatilidad de precios de los commodities y, al mismo tiempo, de la suba de las tasas de referencia de los bancos centrales de las principales economías”, manifestó el economista Rubén Ramírez.
Además, la guerra, sin previsibilidad de plazos por las condiciones en las que se desarrolla, provocará una inestabilidad económica global, adelantó el experto. “Hay factores como alimentos, transporte, derivados de los precios de los combustibles, que van incrementándose y que pueden tener impacto sobre la inflación, por sobre todas las cosas, debido a la composición de la producción global”, agregó.
Influencia en Paraguay
La pregunta es si un eventual empeoramiento del escenario mundial afectará negativamente al país y sus proyecciones de crecimiento. “La prudencia dice que en Paraguay esto puede ser administrado pero hay que ver cómo se van desarrollando los eventos que pueden escalar para poder determinar cuál es su impacto verdadero”, indicó Ramírez.
El economista aseguró que la perspectiva sigue siendo positiva para Paraguay debido a los buenos precios de los commodities internacionales, aun con la situación de volatilidad global y una eventual baja en la cotización de nuestros productos agrícolas, cuando bajan los precios siguen siendo muy positivos para nuestra economía.
“El factor climático que amenazó con una falta de lluvia durante finales de enero y principios de febrero se atenuó con las recientes lluvias, y por lo tanto la proyección de crecimiento de 4,3 a 4,5% es sostenible para este año”, manifestó Ramirez.
Claro que en la medida en que suban los precios de los combustibles eso significa más inflación para nuestro país. “Donde tenemos que fijarnos mucho es en el manejo de la inflación porque cuanto más suben los precios hay menor consumo. Eso afecta a otros sectores como servicios y la producción secundaria”, remarcó.
Otra cuestión es si en un panorama mundial enrarecido podría haber alguna ventaja para los productos paraguayos. Al respecto, César Ros, vicepresidente de la Cámara Paraguaya de Exportadores (Capex), dijo que esta situación no beneficia a nadie porque volatiliza el mercado.
“Uno no puede hacer proyecciones, un presupuesto comercial, nada que esté basado en parámetros esperables porque puede suceder cualquier cosa. La inestabilidad no beneficia a nadie y nos afecta porque dificulta las operaciones, se complejiza todo, pero no veo un impacto negativo muy inmediato para el país”, señaló el empresario.
Ros agregó que los principales destinos de los granos de exportación están en nuestra región y que, en cuanto a la carne, el volumen exportado a Rusia decreció desde el inicio de las hostilidades, pero que ese mercado fue reemplazado por otros. Y para los productos más elaborados los destinos más importantes están fuera de Europa y la zona de conflicto.
El productor señaló que la importación de insumos sí estuvo afectada por las dificultades logísticas, pero aclaró esa situación tiende a normalizarse. Y Ramírez indicó que si bien nuestra oferta exportable tiene mejores condiciones, las importaciones para consumo interno sí impactó en los precios, sobre todo en la construcción y en la industria que usa insumos importados en porcentajes considerables.
Crecimiento a pesar de todo
El BM auguró que Paraguay será la excepción en medio de un escenario económico regional y mundial complejo, pues crecerá a tasas elevadas en comparación con los demás países sudamericanos.
Hay otros factores, como los climáticos, que también hay que observar dentro de las proyecciones. Si las lluvias no se producen en la magnitud necesaria también afectará a la navegación, un factor de complejidad en los precios del flete, a lo que se le suma el de los combustibles.
“Pero la producción y el rendimiento previstos son muy buenos para este año. Esas son las noticias positivas que a los economistas nos hacen prever que la de Paraguay va a ser una de las economías con mayor proyección de crecimiento en la región”, apuntó Ramírez.