"La gestión de talentos en un entorno de alta densidad digital plantea el desafío de adaptarse, ya que el mundo físico empieza a perder relevancia frente a lo digital. Las empresas deben evolucionar para integrarse en el ecosistema digital, interactuando directamente con clientes que generan datos y conexiones constantemente”, indicó Gloria Ortega en el marco del IX Congreso Internacional de Gestión Humana APARH 2024.
Para Ortega, una clave esencial es la ambidiestría, que implica la capacidad de gestionar las tareas diarias y, al mismo tiempo, fomentar la innovación. En el pasado, las organizaciones dividían estas funciones entre distintos equipos, pero hoy se espera que cada colaborador sea capaz de manejar ambas responsabilidades. Así, los empleados deben realizar sus tareas cotidianas con una mano, mientras que con la otra deben generar innovación. Este enfoque es esencial para que las empresas prosperen en un entorno digital en constante evolución.
Uno de los mayores retos que enfrentan los empleados en este contexto es la incertidumbre laboral. Al respecto, Ortega se hizo eco de un cuestionamiento presente entre los colaboradores: “¿Mi trabajo será reemplazado por tecnología?”. La innovación no solo consiste en optimizar procesos, sino integrar a los empleados en la creación del futuro digital de la empresa, lo que les da un sentido de pertenencia y propósito. Las empresas deben facilitar esta transición, automatizando lo más posible las tareas rutinarias para liberar tiempo a los empleados, permitiéndoles enfocarse en la innovación”, dijo.
Para los líderes de gestión humana, el reto es crear un entorno que promueva esta ambidiestría en todos los niveles, desde el CEO hasta el operario más junior. Además de digitalizar procesos, también se debe capacitar a los empleados para que se conviertan en agentes de cambio dentro de la empresa.
En cuanto a la capacitación, la ejecutiva refirió que “a medida que los empleados asumen nuevos roles, como el análisis de datos o la gestión de automatización, es esencial que reciban el entrenamiento adecuado para adaptarse a estas nuevas demandas. El aprendizaje ya no es opcional; es el motor del crecimiento y la innovación en un entorno digital densamente interconectado”.
Por otro lado, Ortega manifestó que “es importante evitar los errores de adaptación que hicieron desaparecer industrias como los icebreakers, que no supieron adaptarse a la invención de la heladera. La lección aquí es que las empresas no deben simplemente modificar lo existente, sino reinventarse para no quedar obsoletas”.