El Distrito Digital estará ubicado sobre la ruta Ñu Guasu, junto al Comité Olímpico Paraguayo. El terreno destinado al proyecto abarca 16 hectáreas, cedidas en contrato de usufructo a la Universidad Politécnica Taiwán-Paraguay y al Mitic. De ese total, 10 hectáreas están asignadas a la universidad —financiadas a través de cooperación taiwanesa—, mientras que las 6 hectáreas restantes se destinarán al desarrollo del parque tecnológico, financiado mediante un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Cinthia Facciuto, directora general de Innovación Productiva y Economía Digital del Mitic, detalló que si bien se trata de una iniciativa preexistente, esta administración la ha retomado con fuerza, considerándola un proyecto emblemático y de alta prioridad para la transformación digital del Paraguay.
El concepto de Distrito Digital hace referencia a un entorno —físico y virtual— especializado en tecnología, conocimiento e innovación, que articula a tres sectores: el gobierno, la academia y el sector privado. Su finalidad es generar un ecosistema colaborativo que promueva la innovación productiva y el desarrollo de soluciones tecnológicas aplicadas a sectores como salud, energía, agroindustria, transporte, logística y ciberseguridad, entre otros.
Dentro de este distrito se encontrará el parque tecnológico, que será su núcleo operativo. Allí se instalarán laboratorios especializados y espacios de trabajo destinados principalmente a startups y empresas de base tecnológica, con el objetivo de fomentar el emprendimiento, la investigación aplicada y la generación de talento nacional.
El gobierno tendrá el rol de garantizar un entorno normativo, legal y financiero adecuado, promoviendo incentivos fiscales y la atracción de inversiones. Por su parte, la academia aportará formación de capital humano calificado, investigación aplicada y vinculación directa con las necesidades del sector productivo.
El Distrito Digital se concibe como una ciudadela de innovación, diseñada para fortalecer el ecosistema tecnológico nacional y preparar al país para competir en un mundo impulsado por el conocimiento y la transformación digital.
Industria
La participación del sector industrial será clave para impulsar la innovación mediante inversiones que dinamicen el mercado. El objetivo es generar soluciones tecnológicas viables y comercialmente escalables, capaces de aplicarse en áreas como las energías renovables y de tener un impacto directo en la productividad nacional.
Estas innovaciones no solo deben ser funcionales, sino también adaptables a otros contextos. Por ello, se espera que el impacto generado en Paraguay tenga, por extensión, efectos positivos en toda la región. Bajo esta visión, el Distrito Digital busca consolidarse como un hub tecnológico de referencia regional, capaz de atraer inversiones y posicionar al país como protagonista en la economía del conocimiento.
Plan trazado
Facciuto explicó que el Distrito Digital está financiado en el marco del contrato de préstamo con el BID, a través del programa Agenda Digital.
En cuanto a los plazos, comentó que la licitación de la obra fue lanzada recientemente, y se estima que la firma del contrato con la empresa adjudicada se concrete entre octubre y noviembre de este año. A partir de esa fecha, se prevé un período de seis meses para la elaboración del diseño ejecutivo final, tras lo cual comenzarán las obras de construcción.
“Queremos inaugurar esta obra alrededor de octubre de 2027. Se ejecutará bajo la modalidad llave en mano, de modo que, al cortar la cinta, esté operativa al 100%, con toda la tecnología instalada, laboratorios y oficinas completamente equipados. También habrá espacios que podrán ser alquilados por el sector privado para actividades de investigación y desarrollo. La idea es atraer incluso a empresas internacionales que quieran establecer base en Paraguay”, remarcó.
El objetivo a largo plazo del Distrito Digital es lograr su autosustentabilidad mediante sus propios ingresos y la participación activa del sector privado. Actualmente, el financiamiento inicial proviene del préstamo del BID, que permite iniciar la construcción de la infraestructura, considerada la parte más costosa del proyecto. Desde el Mitic se plantea que, una vez concluida la fase de obras, el parque pueda operar plenamente y generar los ingresos necesarios para su mantenimiento.
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