¿Cómo empezó su carrera empresarial?
Empecé en la empresa familiar, muy joven, al terminar el colegio secundario; y desde muy abajo, con tareas operativas y asumiendo responsabilidades desde muy temprano. Siempre consideré ser emprendedor, aunque tuve ofertas para trabajar en relación de dependencia.
¿Qué obstáculos encontró para desarrollarse como empresario?
No encontré nada especial. Siempre existieron dificultades que se fueron superando. Lo importante fue la mejora continua y el enfoque de crecimiento. Me apasionaba lo que hacía y eso me llevaba adelante. Fui muy curioso y traté de aprender lo más que podía.
¿Cuál considera que es su mayor éxito como empresario?
Últimamente pienso mucho en el significado del éxito. Mi mayor éxito fue poder hacer y deshacer sociedades sin peleas, con arreglos. Entender cuándo cooperar y cuándo dejar de hacerlo. Es muy importante saber decir no.
¿Qué consejo le hubiera gustado recibir cuando estaba iniciando su carrera empresarial y se lo daría a otro empresario ahora?
Yo recibí muchas oportunidades. No puedo pedir más. Hoy le diría a un emprendedor que se inicia que busque oportunidades. También que ser honesto es un buen negocio.
¿Es el Estado un aliado o un problema para el empresario? ¿Qué le reclamaría?
Un Estado que impide es un problema, un Estado que facilita es una solución. Creo que estamos en un momento en que el Estado está haciendo ambas cosas, lo cual es un poco extraño. Sí tengo un reclamo por el nivel de corrupción, que debemos cortar si queremos salir adelante como país.
¿Qué bondades y defectos tiene el empresario paraguayo?
Las bondades son muchas: esforzado, ingenioso, muy trabajador y creativo. Debemos mejorar nuestra mediterraneidad mental. Hace rato que deberíamos tener más empresas paraguayas operando en el exterior. Sin embargo, nos llenamos de empresas extranjeras que vienen a competir (no me refiero a las que invierten), mientras que nosotros no desembarcamos en el exterior.
El empresario actual ¿debe tener alguna formación profesional relacionada con el mundo de los negocios?
Considero que es imprescindible. Quizás no sólo una preparación formal, sino una actualización constante en lo referente a finanzas, tecnología y manejo de talento.
¿Un libro que todo CEO o gerente general debería leer al menos una vez en su vida?
La Gerencia, de Peter Drucker, escrito en 1954. Todo lo que se escribió después se hizo en base a ese libro. Segunda recomendación: Estrategia Competitiva, de Michael Porter, 1980. Parecen muy anticuados, pero están muy vigentes.
¿Cuál es su recomendación para mantener a su equipo motivado?
Liderazgo, mostrar el camino, generar confianza, ser consistente y tener coraje. La gente sigue a los líderes.
¿Cómo lidia con el estrés que produce la actividad empresarial?
Yo no lidio con el estrés, convivo. A veces nos llevamos bien, a veces no tanto. Cuando te mantiene alerta y productivo, funciona; cuando te tensiona y genera incomodidad, enferma. Mantengo un equilibrio inestable.