“El año pasado se postergó la publicación del ranking y este año se tendría que publicar el documento correspondiente a los dos últimos años. Lo que estimamos es que hay factores que apoyan a la productividad paraguaya, aunque el desafío está en la cadena de suministros”, subrayó Osiw. La situación de la hidrovía, los puertos cerrados y los costos logísticos, son elementos que afectaron a las importaciones y exportaciones desde que comenzó la crisis sanitaria.
Para Osiw, con la pandemia hubo un fortalecimiento del comercio electrónico y existe una buena tendencia en lo que respecta a la atracción de inversiones brasileñas. Si bien estos dos aspectos son fruto de la crisis de l COVID-19, hace un tiempo que se habla de un proceso de sustitución de las importaciones brasileñas de China y de echar una mirada más favorable hacia el mercado paraguayo.
“En cuanto a la seguridad jurídica, no me consta que haya habido cambios trascendentes desde que inició la crisis sanitaria. Rediex sostiene un acuerdo con el Poder Judicial para apoyar a las empresas y no varió nada desde el año pasado”, contó. Por otra parte, valoró positivamente que se hayan impulsado buenos proyectos viales en el Chaco, debido a que el rezago en obras es una realidad bastante conocida a nivel país.
Entre los proyectos que destacó está la hidrovía que, junto a otras obras, lograron mayor relevancia dentro del plan de reactivación económica del gobierno. “Esto está vinculado a una inversión para absorber mano de obra que se quedó parada desde que el virus llegó al país. Desde ahí se está trabajando para paliar la caída de otros rubros”, añadió.
Oportunidades de exportación
Sobre los precios internacionales de los commodities, Osiw detalló que la carne y la soja manejan valores muy importantes que responden directamente a la recuperación del consumo a nivel mundial. “Estamos teniendo buena dinámica en los envíos a Chile y Taiwán, mientras que EE.UU. manifestó su interés en ser cliente de nuestro sector alimenticio”, complementó el director.
Otro de los rubros que demuestran oportunidades es el de la producción textil, que en cierta forma tuvo que reinventarse por la caída de las compras de indumentaria. “La industria química farmacéutica a julio de este año incrementó un 30% su volumen comercial en comparación al año anterior”, agregó.
Según Osiw, el promedio de exportación anual del rubro farmacéutico se mueve entre los US$ 50 millones y US$ 70 millones. Los artículos con mejor dinámica son los medicamentos y los que fueron más afectados en los últimos meses son los artículos de limpieza. “Logramos estos números en una industria en la que aún no se está destinando inversiones para la investigación. Me parece que lo más importante que tenemos pendiente es la reforma educativa, ya que con eso podremos generar mejor capital humano”, finalizó Osiw.