“Cuando el mundo se muestra inestable y amenazador, es natural buscar refugio en un espacio como el Mercosur”, sostuvo Lula, al tiempo que destacó que el bloque —integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, con Bolivia en proceso de adhesión— “es una casa con bases sólidas”. El mandatario brasileño afirmó que el Arancel Externo Común blinda al Mercosur “contra guerras comerciales ajenas” y que la institucionalidad del bloque lo convierte en “un socio confiable” ante el mundo.
No obstante, alertó sobre el “desafío de resguardar este espacio de autonomía en un contexto cada vez más polarizado” y remarcó que un mecanismo de pagos en monedas locales permitiría “reducir costos y riesgos cambiarios”, especialmente en momentos de volatilidad financiera global.
La propuesta de Lula fue bien recibida por algunos sectores técnicos y empresariales, que ven en este tipo de mecanismo una herramienta útil para dinamizar el comercio intrabloque, particularmente para las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes). Jorge Garicoche, economista de la agencia Mentu, consideró que una medida de esta naturaleza podría tener un impacto favorable para este segmento económico.
“Un sistema de pagos regional con moneda local sería interesante, en especial para micro, pequeñas y medianas empresas. Este tipo de unidades de negocio, en nuestro bloque, no tienen tanto acceso a dólares para desarrollar comercio”, explicó Garicoche en diálogo con este medio.
El economista recordó que actualmente ya existe un sistema de pagos en monedas locales (SML) en el Cono Sur, aunque su uso no está extendido en toda la región. Este mecanismo permite a importadores y exportadores realizar pagos y cobros en sus respectivas monedas, sin necesidad de recurrir al dólar como moneda de compensación. De acuerdo con el Banco Central del Paraguay, el SML facilita las operaciones comerciales bilaterales, reduce los costos financieros y administrativos y fomenta la integración económica entre los países participantes.
“En realidad, no se hizo a nivel Mercosur, pero sí incluye a parte de sus países. Creería que no se utiliza tanto, aunque en los últimos tiempos habrá incrementado sus operaciones”, agregó Garicoche.
Por su parte, el exministro de Hacienda, César Barreto, valoró el planteamiento, pero advirtió que el Mercosur arrastra deudas pendientes más estructurales. “Necesitamos avanzar en muchas áreas como el libre tránsito interno sin aranceles entre todos los países, un plan logístico y de integración física de largo plazo en las inversiones en infraestructura necesaria, y la promoción e integración efectiva de las cadenas productivas e industriales, que están estancadas hace muchos años”, sostuvo.
Respecto al sistema de pagos, Barreto explicó que ya existe un acuerdo de pagos en monedas locales a nivel bilateral que se liquida automáticamente en función de las paridades respecto al dólar, y se compensa entre bancos centrales bajo el mecanismo de la Aladi. “Aunque no logró una profundidad hasta ahora, una estandarización e interconexión de los sistemas de pagos electrónicos y digitales nacionales sería dar un paso adelante y facilitaría mucho los pagos cuenta a cuenta entre particulares y empresas del Mercosur”, indicó.
El exministro también remarcó que, para que un sistema de liquidación bilateral entre distintas monedas funcione plenamente, se necesita avanzar hacia una convergencia macroeconómica. “Se requiere una evolución en políticas e instituciones comunes, como bancos centrales independientes con metas similares, políticas fiscales y de deuda pública alineadas, etc. De eso estamos aún muy lejos, pero se debería fijar una hoja de ruta de largo plazo. Con la normalización de la política económica en Argentina, es posible soñar con estas cosas”, concluyó.