Iván Ojeda, director del INE, señaló que el país debe prepararse para los cambios que implicará una mayor proporción de adultos mayores en la población. "La universalización de la pensión no contributiva es un primer paso importante, pero se necesitan políticas de largo plazo que garanticen la sostenibilidad del sistema de pensiones y acceso a la salud", agregó.
Para 2050, la población en edad productiva (entre 14 y 64 años) representará el 74% del total, mientras que el 19,5% será menor de 14 años y el 18,3% superará los 65 años. Este cambio demográfico evidencia una reducción en la proporción de niños y un crecimiento en la cantidad de personas de la tercera edad, lo que implicará un aumento en la carga de dependencia.
"Paraguay tiene actualmente una oportunidad histórica con el bono demográfico, una ventana que no se repetirá", afirmó Ojeda. "Esto significa que, hoy por hoy, contamos con una gran cantidad de personas en edad productiva, y si no capitalizamos esta ventaja, el futuro puede ser más complejo. Necesitamos promover el empleo de calidad y la diversificación de la matriz productiva", complementó.
Aparte, mencionó que el aprovechamiento de esta oportunidad pasa por fortalecer la educación y la formación técnica de la fuerza laboral, así como fomentar la inversión en sectores estratégicos. La transformación de la matriz productiva, ya en marcha, es clave para asegurar la competitividad del país en el contexto Internacional.
El informe del INE señala que el envejecimiento de la población exigirá una transformación de la infraestructura social y sanitaria. La tasa global de fecundidad estimada para 2050 será de 1,72 hijos por mujer, lo que implica que habrá menos personas jóvenes para asumir las tareas de cuidado de los adultos mayores. Este fenómeno pondrá más presión sobre el Estado para proveer servicios de atención y asistencia.
"Hoy, muchas de las tareas de cuidado están a cargo de las familias, pero con la reducción de la tasa de fecundidad, los hijos no serán suficientes para cuidar a sus padres. Esto implica que el Estado tendrá que asumir un rol más protagónico en la provisión de servicios de cuidado, lo que incluye no solo infraestructura, sino también personal especializado", advirtió el director del INE.
Además, enmarcó que será necesario adaptar la infraestructura arquitectónica para garantizar la accesibilidad de las personas mayores, con viviendas y espacios públicos adecuados para una vida digna. "No se trata solo de pensiones, sino de asegurar una calidad de vida integral para los adultos mayores", subrayó Ojeda.
El contexto actual presenta a Paraguay como una de las economías con mayor crecimiento en la región, con una calificación de grado de inversión que abre oportunidades para atraer capital extranjero. Sin embargo, las decisiones que se tomen hoy serán cruciales para enfrentar el futuro demográfico.
"El crecimiento poblacional no tiene por qué ser un problema, siempre que se implementen políticas públicas adecuadas a tiempo", sostuvo Ojeda. Para ello, es fundamental fortalecer los sistemas de pensiones, salud y cuidados, al tiempo que se maximiza la actual etapa de bono demográfico.