“En estos momentos estamos cosechando los duraznos, pero el rendimiento que estamos teniendo no es muy bueno, es un poco bajo, esto, debido en gran parte a la sequía que venimos arrastrando ya desde el 2020 y también a las heladas que tuvimos este año. La fructificación no prosperó lo suficiente, los frutos no se desarrollaron bien, lo cual se está viendo reflejado en la cosecha”, afirmó en conversación con InfoNegocios, Koichi Miyamoto, reconocido productor frutícola de La Colmena, cuna de la inmigración japonesa.
Actualmente en su finca cuenta con 3 hectáreas de plantaciones de durazno en las cuales se encuentra cultivando las variedades San Pedro (tempranera) y la Oromel (medianera). Así también detalló que en la zona son varios los productores dedicados a la producción de la fruta y que, en promedio, se estarían cultivando en la localidad entre 15 a 20 hectáreas.
Miyamoto señaló que no podría estimar aún el rendimiento exacto que arrojará cada planta ya que recién iniciaron la cosecha que se va realizando por parcelas. “Los rendimientos pueden variar. Por ejemplo, una planta a partir de seis hasta 12 años, normalmente, sí arroja un buen rendimiento porque está en su mejor etapa, pero otra de una, dos o tres años no produce lo mismo, por lo cual todavía no podemos precisar bien el impacto tuvo la sequía y las heladas”, explicó.
Por su parte, el productor Ramón García, mencionó que si bien el rendimiento no es muy bueno, la cosecha sí será mayor en relación a la temporada anterior. “En comparación con la producción del año pasado, estamos mejor, yo creo que vamos a sacar un poco más, teniendo en cuenta además, que se están viniendo buenas lluvias, por lo cual, dentro de todo, la cosecha no va a ser del todo mala, aunque el rendimiento no sea el esperado”, auguró.
La ciudad de La Colmena, ubicada en el departamento de Paraguarí, se caracteriza por producir una gran variedad de productos frutihortícolas que se destacan por su calidad y buen precio. En octubre, generalmente, los productores se abocan al cultivo de pelón y durazno, mientras que en noviembre suelen comenzar en la cosecha de ciruelas, seguido en diciembre por la uva y el melón. De igual manera, la ciudad también sobresale por su producción de papa y cebolla.