Con el uso de las nuevas tecnologías las nuevas startups tienen grandes posibilidades de crecimiento. Las mismas se dedican a ofrecer servicios y herramientas tanto a empresas, como emprendedores para que puedan desarrollar sus modelos negocios y que sea sostenible y rentable a largo tiempo. Esta es una tipología empresarial que ha ganado fuerza en los últimos años.
Para Luciano Boggiano, director ejecutivo de la Asociación Paraguaya de Venture Capital (Parcapy) uno de los mayores retos que enfrenta el sector para seguir evolucionando es que los actores del ecosistema emprendedor, fondos de inversión, aceleradoras, universidades y el Gobierno estén alineados. “Todavía no se ha logrado una conexión fluida y constante entre ellos”, dijo.
Para cerrar esta brecha, la Parcapy ha desarrollado múltiples iniciativas que buscan generar espacios de interacción, donde los emprendedores puedan conectar directamente con los inversores y otros actores clave del ecosistema.
También agrupa a proveedores de servicios especializados (service providers), que asisten tanto a los fondos de inversión como a las startups en el portafolio. Estos proveedores pueden ofrecer asesoría legal, financiera o técnica, aportando soluciones específicas para las necesidades de los emprendedores y facilitando su crecimiento.
La asociación organiza webinars y eventos presenciales con sus miembros asociados, con el fin de educar tanto a inversores como a startups sobre las mejores prácticas en el mundo de los negocios. Estas capacitaciones aparte de preparar a los emprendedores para obtener financiamiento, también enseñan a los inversores cómo evaluar y apoyar a las empresas en su crecimiento.
“Según un reporte que realizamos en el 2023, que comprendía desde 2015 a 2022, las startups habían captado una inversión total de US$ 1.100.000. En cuanto a empleabilidad, de 239 puestos directos en 2015 pasó a 2.413 empleos en 2022”, indicó Boggiano.
Según el reporte de la Parcapy, el ticket promedio de inversión en startups se situó en US$ 46.000; para destacar, una sola de ellas invirtió US$ 250.000. Además, relató que por cada US$ 1 invertido en una startup, se generan US$ 7,4 en ventas directas.
Un caso es Startup Lab, perteneciente a la Facultad Politécnica de la UNA que busca apoyar y fomentar el emprendimiento tecnológico, generando capacitaciones y guías que potencien a emprendedores emergentes. A través de su programa especializado como el Programa Tribu.
StartupLab se define como una pre incubadora de negocios, lo que significa que se enfoca en la etapa previa a la incubación formal de una startup. Uno de los casos más destacados es el de Smart Soil, que se dedica a la tecnología agrícola, y que comenzó como una idea en el Programa Tribu. Hoy en día lograron desarrollar un prototipo que ha sido reconocido a nivel internacional. En 2024, la startup firmó un acuerdo de inversión con el BID, lo que le permitió escalar su proyecto y expandirse a mercados fuera de Paraguay.
Otros ejemplos de startups que han surgido del Startup Lab incluyen a Sostenible, KorapyTech, Kione. Estas startups lograron destacarse a nivel nacional y fueron ganadoras del concurso 100+ Labs, organizado por Coca-Cola y Cervepar, lo que les permitió acceder a fondos y recursos que impulsaron su crecimiento.