Así como la evolución de las nuevas tecnologías, el cambio de comportamiento de los clientes hacia usuarios cada vez más digitalizados, el performance marketing evolucionó también por completo la forma en que las empresas anuncian y venden sus productos.
El marketing de resultados está basado en el rendimiento. Las marcas tratan de llegar a las personas indicadas, en el momento y lugar adecuado, en el dispositivo correcto, con el fin de obtener un resultado específico - ya sea una suscripción, un registro o una venta- bajando su costo por adquisición y logrando aumentar el Rendimiento sobre su Inversión (ROI).
Hoy en día, las campañas del performance marketing brindan la capacidad de medir todo, desde el alcance de la marca hasta la tasa de conversión, partiendo de la medición de un simple anuncio. Esta información valiosa sobre su desempeño, ha ayudado a las empresas a orientar mejor sus objetivos y acciones de marketing, logrando mejorar sus costos por adquisición de un cliente.
¿Está lista mi marca/empresa para implementar performance marketing?
Estas son unas preguntas iniciales que te ayudarán a entender mejor si tu marca o empresa está lista para invertir en performance marketing.
¿Ya hiciste campañas de branding y awareness que lograron un posicionamiento adecuado de tu marca? ¿Estás listo para pasar al siguiente nivel?
¿Te interesa aumentar las ventas online de tu negocio, adquirir potenciales clientes, nuevas suscripciones o registros?
¿Estás dispuesto a lograr que tus acciones estén orientadas en base a resultados?
¿Estás dispuesto a medir todo con transparencia en un cruce de información cliente-agencia?
¿Estás dispuesto a realizar una prueba mínima de seis meses de aprendizaje?
¿Estás dispuesto a testear, medir y escalar lo que sirve?
Si crees que podés contestar afirmativamente a todas estas preguntas, y estás dispuesto a que tus esfuerzos de publicidad digital están enfocados en aumentar resultados específicos, estás listo para pasar a la fase de performance marketing.
El crecimiento a través del túnel de conversión
Si llegaste hasta acá con la lectura, y crees que tu marca va en camino a performance, entonces es hora de que profundicemos un poco más la conversación.
¿Escuchaste alguna vez hablar del túnel o embudo de conversión? Es un proceso de cinco etapas que define el camino por el cual pasa una persona desde su primera interacción hasta realizar una transacción con la marca.
Avanzar en los distintos estadíos del funnel o embudo de conversión, es avanzar en el camino que sigue la persona para convertirse en cliente de tu empresa. Es importante resaltar que es un proceso continuo y circular.
Túnel de Conversión:
Branding y awareness
El branding es el primer punto de contacto entre tu marca o producto. A partir de aquí construimos el posicionamiento de la marca y la relación con el cliente. Transmitimos la personalidad de la marca (racional emocional), y para qué sirve (racional funcional), para finalmente convertirnos en el top of mind al momento de consideración de compra.
Adquisición
En el segundo estadía del embudo, nos concentramos en recibir tráfico targeteado, potenciales clientes que consideran a la marca dentro de sus opciones de compra, y analizamos el comportamiento de las mismas en nuestros entornos digitales.
Activación/conversión
Llamamos activación o conversión, dependiendo de la empresa y el objetivo de la misma. Entendemos como activación o conversión a todas las acciones que queremos que realicen los usuarios en pos de utilizar tu producto/servicio, desde recolectar suscriptores, recibir solicitudes, o convertir en ventas.
Retention/fidelización
La estrategia de retención es la más difícil. Ya los has atraído, los has activado y convertido, ahora tenés que hacer que esa personas te vuelva a comprar. Pero sobre todo lograr que amen tu marca y sigas estando siempre dentro de sus principales opciones de compra.
Referidos
Lograr que la gente hable de tu producto suele ser la mejor estrategia de marketing. Las referencias permiten impulsar el crecimiento orgánico de tu marca, pero a su vez reforzar la estrategia de defensa de la misma.