Esa experiencia les mostró un mercado subatendido, pero con un potencial inmenso: la capacitación corporativa. “Vimos que había muchos puntos de dolor no abordados integralmente. Algunas empresas ofrecen plataformas, otro contenido, pero muy pocas abordan el problema desde un enfoque holístico, que busque participación, relevancia y, sobre todo, impacto en la productividad”, reflexionó Rodríguez, director general de Amedia.
Para Amedia, el contenido es el corazón de todo. “Podés tener la mejor plataforma tecnológica, automatizar mil procesos, pero sin contenido relevante, el proyecto pierde su propósito”, afirmó. Esta concepción los llevó incluso a adquirir una empresa brasileña especializada en producción de contenidos pedagógicos digitales.
El objetivo era diseñar programas de formación continua para grandes volúmenes de usuarios, con metodologías propias y pensamiento estratégico de largo plazo. “No hacemos capacitaciones sueltas que se olvidan al mes. Apuntamos a construir proyectos que acompañen la evolución de las empresas durante años”, contó.
La empresa diseña programas basados en los perfiles de éxito dentro de cada organización, primero, identifican a los empleados con mejor desempeño, y luego analizan qué los hace exitosos: sus habilidades, competencias, actitudes y conocimientos.
“Queremos aprender de ellos para que todos se parezcan a los mejores. Diseñamos un perfil ideal, establecemos evaluaciones y generamos contenidos a medida para cerrar las brechas”, explicó Rodríguez Quiroga. El ciclo se repite continuamente, perfeccionando a los equipos año tras año.
Además, la plataforma de Amedia incluye funcionalidades de medición automática de impacto, lo que permite contrastar KPIs antes y después de la formación. En el caso de ventas, por ejemplo, se puede medir si efectivamente aumentaron las conversiones, mejoró la atención al cliente o disminuyó la rotación del personal.
“A partir de los seis meses ya podemos hablar científicamente de impacto. Si un cliente tiene 200 vendedores y se capacitan siguiendo nuestra metodología, podemos demostrar con datos cuánto mejoraron sus resultados", aseguró Agustín.
A parte de los números, Agustín también enfatizó en el impacto emocional y motivacional, “hay algo muy poderoso en construir comunidad dentro de las empresas. Generar héroes internos, embajadores del cambio. Reconocer públicamente a los primeros que se capacitan. Eso genera cultura.”
Uno de los grandes diferenciales de Amedia es su equipo de Customer Success, que acompaña a cada cliente en la implementación y ejecución de los programas. “No alcanzaba con darles la teoría. Queríamos asegurarnos de que el cliente tenga éxito en la práctica. Esa fue una de nuestras mejores decisiones”, comentó.
Y en esa línea Amedia identificó también cuales eran los puntos de dolores en el área de recursos humano, como la falta de participación. “Todos los directores de RRHH coinciden: tienen que perseguir a la gente para que termine las capacitaciones. Nadie hace nada, pero esperan resultados distintos. Nosotros decidimos cambiar eso con estrategias de comunicación personalizadas, contenidos atractivos y reconocimiento visible”, dijo.
La plataforma de Amedia funciona también como una base de conocimiento, disponible para consulta en cualquier momento. “No queremos que las personas pasen horas ahí adentro como en una red social. Queremos que encuentren rápido lo que necesitan, aprendan y sigan trabajando”, indicó.
Entre los sectores que tienen mayor demanda se encuentra el retail, fábricas, logística y contact centers. En logística, por ejemplo, ayudaron a una gran empresa mexicana a reducir accidentes durante el procedimiento de “enganche seguro” de camiones, con una capacitación de 20 minutos en una cabina especial de descanso. El resultado: reducción de accidentes y mejoras operativas sustanciales.
En los contact centers, el problema principal es la rotación temprana. Amedia logró reducirla en un 30% en algunas compañías, enfocándose en mejorar la competencia percibida de los nuevos empleados. “No podemos prometer eliminar la rotación, pero sí podemos actuar sobre la parte que se va por falta de capacitación”, aclaró.
Uno de los grandes diferenciales es el enfoque individual. Gracias al uso de IA, Amedia diseña trayectorias de formación personalizadas para cada empleado según sus conocimientos previos y necesidades puntuales.
“Un vendedor no necesita una capacitación de 10 horas si puede aprender lo mismo en una. Ni todos llegan con el mismo nivel. Entonces lo automatizamos: cada uno ve lo que necesita, cómo lo necesita y cuando lo necesita”, describió.
Incluso las notificaciones son pensadas para generar compromiso. “Te llega una alerta tipo WhatsApp que dice: Conocé quiénes fueron los pioneros en esta formación. Les damos diplomas digitales, los felicitamos. No es sólo capacitación, es construcción de cultura y motivación”.