La semilla de Laika fue sembrada por una convicción clara: que la comunicación debía ir más allá de los canales y formatos tradicionales. Que el vínculo entre las marcas y sus audiencias estaba cambiando, y que solo aquellas capaces de leer las claves culturales del presente podrían mantenerse relevantes. Bajo esa premisa, Vera y Cosp comenzaron a formar un equipo que ejecutará piezas creativas, sino que también pensara estrategias con visión integral. Fue así como nació Laika, y es bajo esa misma filosofía que hoy sigue creciendo.
Con más de 25 profesionales en áreas clave como diseño, estrategia, planificación y desarrollo digital, Laika consolidó un modelo de trabajo colaborativo. “Cada persona en el equipo aporta una perspectiva única, y esa diversidad es lo que nos permite construir ideas más efectivas”, explicó Alejandra Chaparro, gerente general de la agencia.
Aunque los galardones llegaron—como su inclusión constante en el top 7 del Festival Tatakua, su posicionamiento como agencia independiente número uno del país, o su aparición en el ranking “Crema” de Adlatina—, el verdadero orgullo de Laika radica en la posibilidad de exportar campañas y pensamiento estratégico a mercados internacionales. Para ellos, cada nuevo cliente representa un desafío creativo y una oportunidad para seguir aprendiendo.
Uno de los hitos clave en la historia reciente de Laika fue su integración al Grupo Pando. Esta alianza les permitió ampliar su presencia regional, profesionalizar aún más su estructura y acceder a clientes de mayor escala. Pero más allá del crecimiento cuantitativo, lo que realmente consolidó a Laika como agencia fue su propuesta de valor: no contar con un equipo junior y apostar siempre a un “ownership” profundo en cada proyecto. Cuando Laika toma una cuenta, lo hace como si fuera parte del equipo interno del cliente, y esa cercanía genera resultados diferentes.
En cuanto a los planes a futuro, Alejandra mencionó que, “Hoy estamos reorganizando todas las áreas, para tener procesos ágiles, estamos explorando la IA, capacitándonos, aprendiendo todos los días a navegar en la incertidumbre, pero nuestro norte siempre es seguir ayudando a nuestros clientes a conectar con sus audiencias de manera auténtica. La tecnología, la data, las tendencias, la observación y análisis de la cultura, y la creatividad son lo más valioso de nuestro proceso de exploración”.
Como último punto Chaparro, puntualizó que, “Siempre estamos buscando formas de sorprendernos y sorprender a nuestros clientes, así que el camino por delante está lleno de posibilidades”.