LG 360 Cam tiene un diseño alargado de plástico bastante resistente. En su extremo superior se sitúan dos sensores frente a frente, de 13 megapíxeles cada uno y con una amplitud de 200 grados. Posee muy pocos controles: un botón de encendido y apagado y otro que funciona a modo de disparador. Por lo demás, incorpora en su parte inferior una pestaña para insertar una tarjeta microSD (no incluida) y un conector USB tipo C para recargar su batería interna, que proporciona una autonomía aproximada de una hora. Además, viene protegida con una funda rígida bastante resistente que una vez retirada, se sitúa en la parte inferior del dispositivo para ampliar la zona de agarre.
Su uso es muy sencillo, aunque es necesario ejecutar algunos pasos que llegan a resultar repetitivos según el smartphone con el que se utilice. Así, lo primero es descargarse en el móvil la aplicación gratuita con el mismo nombre y desde la que se realiza el emparejamiento con la cámara.
Vista la ausencia de controles físicos, lo único que es posible hacer con la cámara por sí sola es disparar fotografías. Esto significa que hay que recurrir a la app para realizar hasta los ajustes más básicos: la resolución de las imágenes, establecer cuál será el sensor principal, las capturas de 180º o 360º o pasar del modo foto al de vídeo. También se puede establecer un modo manual para controlar el balance de blancos, la exposición, el ISO o la velocidad de obturación. Por último, la app es también el lugar elegido para acceder a la galería de imágenes y a los ajustes relacionados con el almacenamiento o la contraseña de la conexión inalámbrica.
Uno de los aspectos negativos de su diseño es que resulta difícil realizar una captura sin que se vea la mano que la sujeta, un detalle que no queda muy estético. Por eso, es recomendable recurrir a un trípode o situarla en una superficie firme y disparar de forma remota. Más allá de esto, las capturas poseen 16 megapíxeles, una nitidez excelente en situaciones de buena iluminación y algo de ruido cuando hay más oscuridad. En cuanto a los vídeos, ofrecen una resolución 2K que se traduce en una calidad aceptable aunque no óptima: hay que tener en cuenta que esos píxeles se distribuyen por toda la esfera, por lo que la sensación es la de estar frente a contenido HD. Lo que sí destaca es el sonido, debido a la incorporación de tres micrófonos que consiguen capturar audio 5.1.
(Fuente: El País)