Basta desplazarse a través de publicaciones en las redes sociales para encontrar fórmulas caseras cuasi milagrosas para mejorar los callos, patas de gallo o disminuir las líneas de expresión. Por este motivo, el gremio de especialistas recomienda evitar acudir a profesionales no competentes, así como seguir consejos insalubres sobre el cuidado de la salud y aspecto de la piel, del cabello y las uñas, o incluso aceptar ofertas de productos y aparatos perjudiciales.
“Sabemos que el rubro de la estética es uno particularmente lucrativo, es por ello que cada vez más personas ofrecen servicios de este tipo, más aún en un panorama económico donde la búsqueda de ingresos es prevalente. Sin embargo, en varios casos vemos que hay personas que comienzan a abarcar áreas para las que no tienen competencia. Los dermatólogos recibimos cada vez más pacientes que consultan a causa de mala praxis de otros profesionales que brindan tratamientos sin tener la formación adecuada”, afirmó la dermatóloga Fátima Agüero, presidenta de la Soparder.
Los dermatólogos agremiados señalan que los cosmetólogos, técnicos, influencers, skin coachers, odontólogos o incluso médicos que no posean la especialización en dermatología carecen de la misma experiencia y conocimientos que un dermatólogo sobre cuidados de la piel, pelo y uñas, así como en realizar tratamientos como rellenos, bioestimuladores, láseres de depilación o borrado de tatuajes, peelings, radiofrecuencia, aparatos de plasma, entre otros.
Además, los procedimientos estéticos de la piel no son inocuos y una mala praxis puede ocasionar consecuencias para la salud, como infecciones fatales o incluso ceguera y embolia. Un riesgo no menor es proceder de manera no profesional sin un diagnóstico oportuno de cáncer de piel. “En los últimos años hemos visto un incremento notable de ofertas en las redes para tratar manchas y lunares. Es muy importante destacar que muchas de estas lesiones pueden ser precancerosas o cancerosas y la detección temprana es clave para el tratamiento”, explicó.
Según Agüero, por una cuestión cultural, los paraguayos recurren más a tratamientos caseros o alternativas más económicas frente a las ofrecidas normalmente por los médicos competentes. “A veces se puede terminar empeorando, y algo barato puede salir el triple de caro”, indicó Adriana González, dermatóloga y docente de la Universidad Nacional de Itapúa.
El experimento
El inicio de la campaña fue marcado por un experimento, en el que se presentaron objetos no legítimos y personas disfrazadas de médicos a un grupo de espectadores, quienes reconocieron los objetos, pero no así a los falsos doctores. De esta manera, la propuesta demostró cómo a diario la ciudadanía está expuesta a falsos profesionales. En el caso de la salud y la estética, este hecho repercute en altos riesgos para la vida y salud.
En el marco de esta propuesta, Soparder resalta que el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPBS) advierte que los tratamientos de la piel deben ser realizados únicamente por médicos especialistas. Cualquier aplicación de sustancias, rellenos, así como todo procedimiento quirúrgico e invasivo, son competencia exclusiva de profesionales médicos y bajo ningún concepto pueden ser realizados por personas que no posean formación en medicina. De igual manera, estos procedimientos no pueden ser ofrecidos en consultorios, centros odontológicos, spas, peluquerías, centros de estética u otros establecimientos que no cuenten con especialistas médicos habilitados por el MSPBS.
¿Cómo identificar a los falsos profesionales?
González advirtió que para no caer en prácticas irresponsables, es importante que el paciente esté informado y sospeche de los productos normalmente caseros, como ingredientes de cocina (café, aceites, etc.), que prometen curar algo. Un profesional no recomendaría esto.
Así también, González recordó que los productos más serios poseen la visión y misión de no trabajar con influencers en redes sociales, sino direccionarse de manera más formal hacia el consumidor. Apuntó que productos procedentes de marcas de personas famosas, como por ejemplo Kylie −de Kylie Jenner− “pueden ser muy populares pero poco eficientes”, agregó.
Por otra parte, ningún profesional no médico puede proveer inyectables o inyectarlo para rellenos faciales como toxina botulínica (botox). Además en el país existen solo dos marcas legales, las cuales requieren condiciones especiales para mantener la cadena de frío.
Y ante la duda, lo recomendable es asegurar profesionalidad consultando con un dermatólogo y verificar que éste figure en la lista de dermatólogos de la Soparder.