En 1989, Carolina Zárate egresó del Colegio Cristo Rey. Mientras sus compañeras se orientaban hacia carreras tradicionales como arquitectura, ingeniería o medicina, ella sintió una fuerte vocación por la cosmetología, a pesar de que en aquella época esta profesión no estaba bien vista y era considerada como una opción menor. Igualmente, siguió la carrera de Marketing y Relaciones Públicas, lo que le permitió desarrollar habilidades que la ayudaron a potenciar su carrera.
Durante sus años universitarios, comenzó a ofrecer servicios de maquillaje a sus amigas y familiares. Este interés creciente la llevó a inscribirse en el instituto Conaras, donde se formó como cosmetóloga. “Uno puede ser lo que quiera, pero hay que aspirar a ser la mejor versión de uno mismo”, afirmó.
Su determinación pronto la llevó a destacarse. En 1999, fue seleccionada para participar en un curso en París, donde solo cinco profesionales de Latinoamérica fueron elegidas. Tras regresar de París, Carolina continuó acumulando experiencia en eventos internacionales como congresos en Miami, São Paulo y Río de Janeiro. Su talento para las ventas le permitió obtener importantes comisiones, las cuales invirtió en la apertura de su primer gabinete de belleza.
Con el apoyo incondicional de su esposo, decidió dar un paso más grande, instalando en el tercer piso de su vivienda un centro de belleza más amplio. Este crecimiento permitió que Carolina Zarate Spa se posicionara como un referente en el rubro, destacándose por su trato personalizado. Hoy en día, el spa se encuentra ubicado en José Sucre, Asunción.
Un aspecto clave a destacar es la formación profesional internacional que ha recibido, con cursos realizados en Europa en distintos periodos, específicamente en Madrid, Barcelona y Alcoy durante los años 2001, 2008, 2013, 2014, 2017, 2018 y 2019. Este compromiso con la formación continua, junto con la alta calidad de los productos y un trato personalizado, ha sido fundamental para el éxito alcanzado en el sector.
Con respecto a la cultura del cuidado de la piel, ella sostiene que muchas personas llegan a su spa movidas por la necesidad o la curiosidad, pero luego descubren que los beneficios del cuidado estético y terapéutico transforman su bienestar general. “Las personas que se cuidan la piel y se permiten disfrutar de masajes o tratamientos estéticos experimentan un cambio positivo en su estado de ánimo”, aseguró.
El spa de Carolina apunta principalmente a un público que valora la calidad y la experiencia. “Nuestro público es el que comprende que invertir en uno mismo es invertir en bienestar”, explicó. Carolina dijo que el mercado evolucionó y que hoy en día existe una mayor exigencia en los servicios.
Entre los servicios ofrecidos en su spa se destacan los masajes relajantes, tratamientos faciales especializados, terapias corporales y rutinas enfocadas en el rejuvenecimiento. “Un buen masaje es importante para liberar tensiones acumuladas y mejorar el ánimo”, afirmó la experta.
Carolina se enorgullece de haber roto paradigmas en el sector. “En Paraguay, grandes referentes marcaron época, como Adela Romero de Valiente. Me siento parte de esa evolución, construyendo un camino en el que formé a muchas profesionales para mantener la calidad del servicio”, recordó Carolina. Actualmente, su equipo está compuesto por 16 profesionales, 13 de ellas terapeutas, que trabajan bajo su formación y supervisión directa.
En términos comerciales, Carolina señaló que octubre y mayo son sus meses más fuertes, gracias a la preparación para las fiestas de fin de año, colaciones y el Día de la Madre. En contraste, marzo suele ser el mes más desafiante debido a los gastos escolares y otros compromisos económicos. “Aunque el cliente tenga poder adquisitivo, marzo siempre es complicado porque los gastos se acumulan”, explicó.