Guadalupe Troche, socia de la Cámara de Importadores de Perfumes y Cosméticos (Caimpeco), comentó acerca del panorama actual y los retos que enfrenta el sector, particularmente en relación con las regulaciones sanitarias, el contrabando y la competencia desleal.
“El sector se encuentra en un momento de crecimiento y expansión a nivel global y también en Paraguay. Esto se debe a un aumento en la demanda de productos de cuidado personal y bienestar. El sector está en constante innovación para cumplir con las exigencias de los consumidores. En ese sentido, esperamos un crecimiento del 15% para este año”, resaltó Troche.
Este auge está estrechamente ligado al cambio en el comportamiento del consumidor. Cada vez más personas priorizan el bienestar personal y el cuidado estético como parte integral de su calidad de vida. “La cosmética está en constante innovación para poder cumplir con las exigencias de los consumidores, que buscan verse bien y sentirse mejor”, explicó Troche.
Troche aseguró que la gran mayoría de los productos cosméticos —el 85 %— son importados y provienen de España, Francia y Estados Unidos, países reconocidos por sus altos estándares de calidad e innovación en cosmética.
Esto posiciona al país como un destino atractivo para marcas internacionales que ven en el mercado paraguayo una oportunidad de expansión. Al mismo tiempo, plantea el desafío de garantizar que estos productos ingresen bajo normas que aseguren su calidad y trazabilidad.
En cuanto a los obstáculos que enfrenta el sector, uno de los principales problemas identificados, Troche explicó: “Nos enfrentamos con las acciones inconstitucionales que permiten el ingreso de mercaderías sin los registros sanitarios, lo mismo que sucede en el sector alimentario, poniendo en riesgo la salud de los paraguayos”.
A esto se suma la existencia de registros sanitarios otorgados sin el cumplimiento pleno de los requisitos exigidos a los importadores formales. “Las empresas que obtuvieron esos registros, por ejemplo, no tienen depósitos físicos que garanticen las condiciones del clima y otros requisitos, para que las mercaderías no pierdan su calidad y no causen un daño a la salud de la población”, contó Troche.
“El certificado de control de calidad es vital. Nos lo exigen a los importadores formales, y debería exigirse de forma pareja a todos, sin excepciones”, sostuvo, y además destacó que muchas de estas irregularidades están vinculadas al auge del contrabando y la falsificación de productos.
El contrabando es otra de las grandes amenazas para el sector. En la actualidad, es común encontrar productos falsificados o sin registro sanitario tanto en redes sociales como en góndolas de comercios locales. Esta oferta informal evade impuestos y carece de garantías para el consumidor final, que muchas veces ignora los peligros de aplicar un producto no verificado sobre su piel o cabello.
A pesar de estos desafíos, el futuro del sector se vislumbra prometedor. La tendencia de consumo saludable, natural y personalizado continúa marcando el ritmo de la industria cosmética global. Para sostener este crecimiento, desde Caimpeco invitan a una mayor equidad en la aplicación de las normas sanitarias y a combatir el contrabando. “Queremos seguir creciendo, pero con reglas claras. Lo que pedimos es competencia leal, productos seguros para la gente y un mercado saludable para todos los actores”, puntualizó Troche.