¿Qué rol jugó la música creada en las trincheras tanto para las tropas como en la población? ¿Había un esquema de difusión o amplificación?
La música épica de la Guerra del Chaco tiene su origen prácticamente con Emiliano R. Fernández. Cuando muere el Tte. Adolfo Rojas Silva, en el año 1927, Emiliano le escribe una música que es Rojas Silva Rekavo (que significa “ir a buscar el cuerpo de Rojas Silva”).
Esa música se convierte en un himno prácticamente, para los soldados de la guerra de 1932, si bien él muere en 1927 y aún no se había llegado a la guerra con Bolivia, para cuando se inicia el conflicto, esa música ya era popular. Incluso era escuchada cuando los reclutas llegaban para enrolarse en lo que hoy es el estadio de los Defensores del Chaco. En esa época la difusión de la música era física, el cantante debía ir al espacio, no existían tantos dispositivos radiales.
Otro himno que trascendió antes de la guerra como ejemplo de música épica es Che la Reina en la que él se despide de una mujer al partir al Chaco.
¿Las canciones tuvieron influencia en el momento o fueron descubiertas al terminar el conflicto?
Regimiento 13 Tuyutí se hace famosa durante la contienda y llega hasta nuestros días.
En el contexto de la Guerra del Chaco, ¿se contaba con una estrategia de propaganda ad hoc?
Sí, había una política de propaganda que no tenía solo que ver con las canciones sino con hechos puntuales. Por ejemplo, el Coronel Florentín Oviedo, era un veterano de la Guerra de la Triple Alianza y aún estaba vivo en el inicio del conflicto bélico con Bolivia, se solían organizar reuniones con oficiales y este les contaba sus anécdotas, vivencias y los arengaba, como una especie de charla motivadora.
También existen fotos icónicas que tienen que ver con la publicidad en la guerra: como aquella de los centinelas paraguayos sobre el río Parapití. Este río es el lugar hasta donde Paraguay reclamaba el Chaco, nuestros soldados llegaron a cruzar el mismo y sacaron varias tomas de soldados haciendo guardia en el lugar.
Otro hecho propagandístico que utilizaban era cuando descubrieron una mujer que se disfrazó de varón para acompañar a su hermano al frente de batalla como propaganda positiva de que hasta las mujeres estaban listas para defender a la patria y lo mismo ocurría cuando identificaban a menores de edad, adolescentes de hasta 13 y/o 14 años, gente muy joven que mentía sobre su edad para ir a combatir, esto se difundía de manera a demostrar que “hasta los menores acudían al llamado de la patria”.
Lo que sí hizo Paraguay fue pagar a un equipo argentino para documentar filmicamente al ejército paraguayo en el Chaco y dicho material se publicitó en Argentina a favor de la causa paraguaya.
Hablando de creadores, ¿quiénes eran Emiliano R. Fernández y Jakaré Valija? Además de ellos, ¿qué otros deberían ser más reconocidos?
Emiliano R. Fernández definitivamente es el mayor creador de la Guerra del Chaco, porque sus poemas trascendieron en canciones y estas -a través del tiempo- hasta nuestros días, generando lo mismo a quien lo escucha hoy a pesar de tener más de 80 años. Yakaré Valija era un combatiente temerario, espía, poli funcional, además de creador. Y no nos olvidemos de José Asunción Flores, quien llegó al frente de batalla, pero cuyo talento que lo precedía le sirvió para ser retirado del frente al ser reconocido por un alto oficial, que pide por él, asegurando que “su aporte sería de mayor valía en la creación de música para animar a las tropas”. Hacía solo unos pocos años antes, Flores había creado el género de la guarania.