El presidente de la Capaco, Guillermo Mas, destacó que, si bien el Gobierno cumplió con el pago de las deudas principales, la falta de liquidación de los intereses sigue siendo un problema crítico. “Reconocemos el esfuerzo por saldar montos mayores, pero estos intereses pendientes son vitales para que las empresas más pequeñas puedan sostener su estabilidad financiera. Solicitamos que se priorice la regularización de estos pagos para evitar mayores perjuicios al mercado local”, afirmó Mas.
Las constructoras de menor envergadura son las más afectadas, pues suelen operar con márgenes más ajustados y dependen de estos pagos para financiar su flujo de caja. “Los retrasos no solo generan incertidumbre, sino que también repercuten en el empleo de miles de paraguayos que dependen de esta industria”, señalaron desde la Comisión Directiva de la Capaco.
El problema no es nuevo. En el pasado, el Estado ya enfrentó situaciones similares con empresas de la construcción, donde los atrasos en los pagos generaron tensiones significativas. Sin embargo, estas deudas fueron saldadas tras la presión de los gremios afectados, que reclamaban un pago de US$ 300 millones al MOPC, el cual fue refinanciado. Ahora, el sector de la construcción exige el mismo tratamiento, destacando el papel clave de esta industria en la generación de empleo y en el desarrollo de infraestructura del país.
Desde la Capaco hicieron un llamado directo al presidente Peña y a las autoridades del MOPC para que se priorice la regularización de estos intereses. “Es necesario que el Gobierno entienda que estas deudas tienen un efecto dominó en toda la economía. La inacción puede generar un impacto negativo en el crecimiento del sector y en la confianza de los inversionistas”, subrayó Mas.
En un contexto donde la reactivación económica es crucial, el sector constructor espera una respuesta favorable para el próximo año, que, en teoría, será uno de los segmentos de la economía con mayor recuperación.