“En el último par de décadas fue muy importante el crecimiento del rubro de la construcción en Paraguay y eso trajo consigo que los arquitectos podamos enfocarnos mucho más en el desarrollo de los proyectos desde la arquitectura misma”, manifestó Juan José Ardissone, director del estudio PRO Arquitectos.
El profesional afirmó que la arquitectura paraguaya se encuentra en una fase de crecimiento y de cambio, no solamente en cuanto a la estética y a la funcionalidad -las dos premisas básicas de la profesión- sino también en lo referido al aspecto económico y financiero de un proyecto. “Eso nos dio una gran capacidad de trabajar para atender las necesidades, tanto del desarrollador como del cliente final como usuarios del proyecto”, agregó.
Ardissone aseveró que hoy la carrera del arquitecto está mucho más valorada y que se trata de “una profesión muy linda, pues tenemos la posibilidad de trabajar con sueños, con el ideal de una persona o una empresa que quiere hacer algo nuevo; y es nuestra responsabilidad generar un buen plan de servicios a lo largo de lo que dure el proyecto”, aseveró.
Dándole forma a la ciudad
Los arquitectos tienen en sus manos aportar para el mejoramiento del entorno urbano pues sus proyectos hacen la ciudad, según Ardissone, quien sostuvo que hay un desafío en el desarrollo y el diseño del espacio de transición entre la calle y el edificio. “Ese espacio es fundamental, así como lo que tiene que ver con la fachada y la conservación al máximo de la vegetación; son acciones que ayudan a mitigar el impacto negativo de las construcciones en la ciudad”, recalcó.
Asimismo, apuntó que cada vez más los proyectos se piensan desde el punto de vista de las construcciones más sustentables, desde los materiales utilizados hasta el diseño, pasando por los sistemas de construcción.
Añadió que Paraguay tiene su propia arquitectura, con grandes referentes de las vertientes contemporáneas y que cada vez más se lo mira desde afuera como una arquitectura distinta y propia. “Se puede ver y notar que el país tiene su propia impronta y que responde al clima y a la materialidad del lugar, al entorno”, adujo.
La arquitecta y docente, Cinthya Rodríguez, apuntó que se puede hablar de una arquitectura paraguaya que tiene cada vez más fuerza y está cada vez más presente no solamente entre diseñadores y arquitectos sino también en la visión de las personas. “Se ve mucho en la arquitectura residencial y en la que se desarrolla con otros fines”, significó.
¿Cuál es la arquitectura que se viene? Rodríguez explicó que hoy se está evolucionando hacia la arquitectura que valora el entorno, y utiliza materiales autóctonos como el ladrillo y el cemento, opinión coincidente con la de Ardissone.
Dijo que también hay características modernas únicas en el país y que esa es la tendencia en la arquitectura contemporánea paraguaya, pues para los profesionales está probado que son sistemas constructivos propios y que resultan adecuados para nuestro clima.
“Así como los arquitectos, las personas que contratan los servicios también están buscando diseños más modernos, innovadores, se está viendo mucha funcionalidad, espacios amplios, integrados, mucha luminosidad, luz natural, alturas cómodas para una mejor circulación del aire”, agregó.
La experta destacó que nuestro clima condiciona para diseñar espacios confortables y se apuesta a herramientas que no sean solo artificiales, utilizando las características propias del entorno, con vegetación, espacios intermedios con entrada de luz y aire naturales.
A su vez, Ardissone remarcó que a lo largo del tiempo se va a ir valorando cada vez más los edificios que integren mayores espacios de superficies absorbentes, ya sea en techos o fachadas. “Y en Paraguay tenemos la gracia de un clima muy benévolo para la vegetación. Es un plus para los arquitectos poder incorporar eso”, resaltó.