La ley en sí se llama Obra con financiamiento, pero como el riesgo está transferido, se hace una modalidad llave en mano, en la cual la empresa contratista no puede a aducir que subió el petróleo, que la cotización del dólar incrementó, que cambió el precio de los insumos u otros aspectos que suelen traducirse en reajustes en las obras convencionales, según el economista Jorge Garicoche, de la Dirección de Proyectos Estratégicos (DIPE) del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC).
La Ley 5074 o de Obras con financiamiento, tiene establecida la modalidad llave en mano para que no existan ajustes y todos los riesgos estén transferidos a las empresas, recalcó.
“Un punto no menor es que todas las obras que se financian por esta modalidad implican deuda pública, por ende, deben ser autorizadas por el Congreso. La ley lista qué tipos de obras pueden ser realizadas bajo esta modalidad. Además, dentro de las que se pueden hacer, se realiza también un análisis técnico del MOPC y el Ministerio de Hacienda, para verificar si existe el valor por dinero”, aclaró.
El valor por dinero refiere a si financiarse bajo esta modalidad termina siendo más eficiente que financiarse bajo el sistema tradicional. Superada esta instancia, siempre y cuando la obra esté en la lista, se realiza una licitación similar a la tradicional y todas las empresas que compitan deben presentar una carta de financiamiento, mostrando que aparte de la construcción de la obra, son capaces de financiarse en el mercado, y esto lo demuestran a través de un cierre financiero, que asegura la ejecución del proyecto, acotó.
Pagos
La ley permite dos modalidades para recuperar la inversión. La primera es hacer la obra completa y luego pagarla, lo cual hace que las empresas tengan que cargar con muchos gastos porque generalmente estas obras tienen un plazo de ejecución de 2 o 3 años, entonces durante todo este tiempo, no reciben absolutamente nada.
Pero esta ley también permite que se pueda parcializar la obra completa, según Garicoche, que dice que la parcialización debe ser terminada y funcional. Por ejemplo, si es una ruta, debe llevar de un punto a otro, porque como el riesgo está transferido, si se termina la obra, hay una recesión anticipada del contrato.
“Hasta ahora por una cuestión de financiación lo que se hizo fue hacerlo –financiarla– por hitos parciales. Una vez que se entregan esos hitos se reconoce como deuda y se les entrega un Certificado de Reconocimiento de Pago (CROP), que ellos lo ceden a un banco o que las entidades bancarias compran, entonces ellos obtienen el dinero del tramo”, detalló.
De esta manera, el poseedor de ese certificado es a quien el Estado le va pagando a plazos de 10 o 15 años, dependiendo de la oferta que se haya realizado para la financiación de la obra.
Diferencia
Entre la Alianza Público Privada (APP) y la llave en mano, la diferencia es que la primera contempla el mantenimiento de la obra durante un plazo predeterminado y la segunda solamente contempla la construcción de la obra, detalló.
Obras
Se puede aplicar en las obras y servicios públicos, como: rutas, vías férreas, puentes, puertos, aeropuertos, hidroeléctricas, generación de energía eléctrica, líneas de transmisión y distribución de energía eléctrica, saneamiento, agua potable, alcantarillado sanitario y tratamiento de efluentes, telecomunicaciones, acueductos, poliductos, alcoductos, oleoductos, gasoductos y otros que podrán agregarse.
Además, las obras y servicios públicos podrán ser ejecutados por empresas y/o consorcios de empresas nacionales y/o extranjeras. La participación real paraguaya en cada emprendimiento, sean obras o servicios, no debe ser menor al 25%.
Hasta el momento las obras que realizarán bajo esta modalidad son: la recientemente culminada ruta Naranjal - San Cristóbal (US$ 45 millones) y los proyectos de la ruta bioceánica entre Carmelo Peralta y Loma Plata (US$ 443 millones), en marcha, y la Costanera Sur (US$ 120,5 millones), próxima a iniciar.