1. Cuidá los amortiguadores: Los amortiguadores son fundamentales para la seguridad y el confort, ya que controlan la estabilidad del auto. Dado que su desgaste es gradual, conviene revisarlos cada 20.000 km, especialmente si conduces en terrenos irregulares o bajo condiciones climáticas extremas.
2. Escobillas limpiaparabrisas en buen estado: En días de lluvia, la visibilidad es clave. Cambiá las escobillas si notás saltos, ruido o zonas sin limpiar. Lo ideal es reemplazarlas tras el verano, ya que el calor acelera su deterioro.
3. Revisá los filtros periódicamente. Aceite: filtra las partículas metálicas dañinas; cambialo junto con el aceite del motor. Aire: garantizá un flujo limpio para una combustión eficiente; revisalo según el ambiente donde circulás. Combustible: protegé el motor de impurezas y agua; es crucial para su buen funcionamiento. Habitáculo: filtrá polvo y polen para proteger tu salud y mantener el aire limpio en el interior.
4. Mantené los neumáticos en condiciones óptimas: Los neumáticos son el único punto de contacto con la carretera, por lo que influyen directamente en la seguridad. Verificá la presión regularmente, inspeccioná el desgaste y reemplazalos si tienen más de cuatro años o presentan daños evidentes.
5. No descuides los frenos: Un sistema de frenos en mal estado incrementa la distancia de frenado y pone en riesgo a los ocupantes. Realizá revisiones anuales y acudí al taller si notás ruidos o comportamientos anómalos.
6. Lubricantes: Esenciales para el motor. El aceite minimiza el desgaste de las piezas internas del motor y facilita su refrigeración. Aunque los intervalos de cambio son más largos en autos modernos, revisá el nivel cada 1.500 km y usá el tipo recomendado por el fabricante.
7. Sistema de iluminación funcional: Ver y ser visto es vital. Comprobá mensualmente que todas las luces funcionen correctamente y mantené los faros limpios. Cambiá las bombillas si detectás una disminución en su intensidad.
8. Revisión del sistema de escape: El escape y el catalizador ayudan a reducir las emisiones contaminantes. Revisá este sistema a partir de los 60.000 km para evitar fugas y posibles intoxicaciones por gases.
9. Correa de distribución. La correa de distribución es crítica para sincronizar las partes internas del motor. Su rotura puede causar graves daños. Cambiala según los intervalos indicados en el manual de tu auto.
Mantener tu vehículo en buen estado garantiza tu seguridad y comodidad y ayuda a proteger el medioambiente. Con revisiones regulares y un poco de cuidado, estarás contribuyendo a una movilidad más segura y sostenible.