La inauguración oficial fue ayer, con la presencia del ministro de Industria y Comercio (MIC), Luis Alberto Castiglioni. Los impulsores de esta industria valoraron la posición privilegiada de Paraguay para convertirlo en el mayor polo de oleoquímicos de la región, y resaltaron los incentivos otorgados para la radicación de inversiones extranjeras, que ofrece el país.
El proceso de elaboración del biodiésel tendrá como base el aceite de soja nacional, que una vez transformado podrá emplearse en motores diésel premium, que países como Alemania y EE.UU. lo aceptan al 100%.
En este sentido, Castiglioni afirmó: “Queremos derogar menos divisas al exterior, por cada litro de combustibles que consumamos. La principal sangría en divisas es por la importación de derivados de petróleo, más de US$ 2.000 millones al año. Necesitamos ir sustituyendo por combustibles producidos aquí, con nuestra producción local, y Cremer nos va a ayudar con eso. Porque en estos momentos, se constituyen en las dos terceras partes de la potencia instalada para producir en el Paraguay”.
Por su parte, el presidente de Cremer Oleo, Carlos Acha Stewart, agradeció al gobierno por crear las condiciones ideales para esta inversión. “Nuestra empresa está plantada en Paraguay y confiamos en que las nuevas autoridades del país sigan apoyando a las empresas que apuestan y aportan capitales, porque es el único lugar donde se genera la riqueza”, añadió el directivo.
Mientras que el director ejecutivo de Cremer Oleo SA, Alejando Basualdo, señaló que es un día histórico para Paraguay, por la inauguración de la planta de biodiesel más grande y eficiente y moderna del país, y que marca un antes y después y se encamina hacia una mayor independencia energética y sostenibilidad ambiental.
“La planta generará una gran cantidad de trabajo, buscando nuevas oportunidades para la comunidad de Villeta, ofreciendo un futuro más próspero y sostenible para los paraguayos. Otro aspecto que quiero resaltar es el agregado de valor a la cadena sojera, esto significa una mayor industrialización del modelo vigente, y nuestra intención es continuar y convertirnos en el mayor polo oleoquímico de este país”, puntualizó.
Cadena de industrialización
Para Francisco Ruiz Díaz, viceministro de Industria, la instalación de Cremer Oleo significa un aumento importante en la cadena de valor de la industrialización, y también en el hecho de en lugar de exportar aceite en bruto hoy, a través de un oleoducto se interconectarían las dos fábricas, por su ubicación estratégica, de manera a avanzar hacia el biodiesel y hacia la glicerina.
“En una primera fase podrían estar contribuyendo fácilmente de US$ 200 a 300 millones, al integrar estas cadenas productivas, y en una segunda fase el aumento puede ser mayor. Estamos hablando de montos muy importantes en materia de exportación, en la producción y generación de empleos y también toda la cadena que abarcan”, enfatizó.
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