Desde InfoNegocios consultamos al analista económico Moisés Pedrozo, de la consultora MF para entender por qué existe un bajo acceso a tarjetas de crédito. Para Pedrozo entran en juego una serie de factores, iniciando por el histórico bajo nivel de inclusión financiera del país.
“En cuanto al acceso a tarjetas de crédito tenemos uno de los índices más bajos de la región, estamos detrás de Bolivia y esto se da por el bajo nivel de alcance financiero. Con el tiempo se solidificó el sistema y hubo un leve repunte hasta que se aplicó la Ley N° 5476/15 que limita la tasa de interés de tarjetas de crédito”, expresó.
La normativa establece un tope a la tasa aplicada a las tarjetas de crédito al disponer que los intereses no podrán exceder tres veces el promedio de tasas pasivas (ahorro), cifras aproximadas, podríamos decir que hoy ronda el 12,25%.
Según Pedrozo, el hecho que la tasa de interés tenga un tope genera un retroceso en cuanto a la inclusión financiera porque se recorta el costo del dinero en los bancos y no tienen incentivos para ir incrementando la cantidad de clientes, situación que a su parecer perjudica a personas que están en el segmento de ingresos más bajos, mientras que los clientes premium salieron beneficiados y pudieron aumentar su tenencia de tarjetas.
“Las personas que no están incluidas en el uso de tarjetas de crédito migran a casas de crédito, que no están reguladas y que dan intereses a mayor valor. También se convierten en fuentes alternativas las casas de compra. De esta forma, los clientes que estaban en el sistema financiero formal pasan a estos sectores”, señaló.
Asimismo, Pedrozo resaltó que el crecimiento de las casas de crédito en los últimos años fue impresionante, debido a la migración de personas del sistema financiero bancario a esta fuente. Según un reporte oficial de la Seprelad, un total de 106 casas de crédito están registradas formalmente, cuatro veces más que el conjunto de bancos y financieras que operan en el mercado.
“Con la desaceleración del consumo, la economía ralentizada y la falta de inclusión financiera, el replanteamiento de la ley de tasas de interés sería una primera aproximación para mejorar el acceso. Hoy en día creo que las instituciones financieras están hablando de esa posibilidad y, a la vez, eliminar los depósitos menores a un año porque colaboran con que las tasas bajen mucho más”, agregó.
Pedrozo argumentó que al sacar el tope de las tasas o al aumentarlas un poco, los bancos e instituciones financieras tendrán mayor incentivo a incluir a más clientes por medio de promociones, financiamientos especiales, etc.
Por otro lado, un punto que Pedrozo consideró que hay que “agarrar con pinzas” es el tema del endeudamiento, porque en Paraguay la gente en sí ya está sobreendeudada en fuentes de financiamiento distintas a las tarjetas de crédito y que para modificar la ley de tarjetas es necesario analizar también ese aspecto.
Tarjetas y la clase media
Según el Informe de Tendencias de Medios de Pago de Minsait, los países que más utilizan tarjeta de crédito en Latinoamérica son: Costa Rica, Brasil y Chile. El primer país fue beneficiado por políticas de inclusión financiera implementadas por el gobierno, además posee una clase media amplia.
“La clase media es aquella que está entrando a un nivel de consumo mayor y necesita adquirir más artículos, como electrodomésticos. Antes de la Ley N° 5476/15 había un montón de promociones, tanto en supermercados como en casas de electrodomésticos, y con una clase media pujante se da la posibilidad que más personas demanden crecimiento financiero y generen un consumo importante”, acotó.
El reporte de Minsait también recalca que la posesión de tarjeta de crédito no significa directamente que todos adquirieron deuda. No obstante, expone el caso de Chile, que posee las mayores emisiones de tarjetas de crédito entre 2012 y 2017 y, a la vez, es el país que más deuda tiene en esta fuente de financiación.